Consejos para unos pies bien cuidados
Con la llegada del calorcito de verano también toca cambio de zapatos. Con las sandalias, chancla y todos esos tipo de zapatos nuestro pie está más expuesto y comienzan la aparición de rozaduras, ampollas e incluso hongos. Aquí traemos varios consejos para mantener bien cuidados nuestros pies y evitar esas consecuencias.
Uno de los hongos más común, que sobre todo en verano cogemos más, es el pie de atleta. Esto puede ser debido a la humedad y sudoración con los diferentes calzados o a pisar descalzos el suelo de la piscina o duchas comunes.
Otra infección habitual a través de piscinas son las verrugas plantares, provenientes del virus del papiloma humano. Sin embargo, lo que más abunda son las típicas grietas en los talones, las rozaduras o las heridas provocadas por distintos calzados.
Por ello traemos una serie de pasos a seguir y diferentes consejos para evitar todas estas infecciones o heridas.
Lo primero y más importante es evitar andar descalzos por piscinas o duchas públicas, siempre debemos utilizar chanclas. Además, después de cada baño, tanto en casa como en la piscina, debemos secar muy bien nuestros pies para evitar la humedad y, por lo tanto, la proliferación de hongos.
Para evitar las durezas y las grietas deberemos utilizar una piedra pómez una o dos veces por semana. También es importante llevar una buena hidratación de los pies diaria, así saldrán menos durezas y grietas.
Como llega el verano debemos intentar no llevar calzado cerrado, evitar al máximo las deportivas. Este consejo se debe a que la sudoración que puede causar este tipo de zapatos en verano puede llevar a la proliferación de hongos u otras infecciones en los pies.
Por último, es muy aconsejable utilizar calzado cómodo, evitando al ser posible el plástico, ya que ese material favorece mucho la sudoración y, por tanto, la aparición de hongos.