Andalucía supera los 7.500 cotos donde se practica caza sostenible, actividad que impulsa social y económicamente las zonas rurales

Perdices.

Las repoblaciones y sueltas emplean animales criados en granjas, donde se cumple con una estricta normativa dirigida a preservar la pureza de las especies

Andalucía supera actualmente los 7.500 cotos de caza donde se desarrolla una actividad sostenible que, además de contribuir al mantenimiento del buen funcionamiento de los ecosistemas y de la biodiversidad de la región, ejerce también una importante labor desde el punto de vista social y económico. El sector cinegético forma parte de las actividades que permiten un aprovechamiento del medio natural respetuoso con el entorno y, al mismo tiempo, genera puestos de trabajo y riqueza en las zonas rurales, donde reside una amplia población andaluza.

Las granjas de cría de animales cinegéticos son un claro ejemplo de ello. En numerosos cotos se llevan a cabo repoblaciones de especies susceptibles de caza o, si existen los denominados ‘escenarios’ (zonas especialmente habilitadas), se realizan sueltas de animales. En ambos casos, los titulares de los cotos recurren a animales criados en granjas bajo una rigurosa normativa encaminada a preservar la pureza genética de las especies cinegéticas y evitar que estos ejemplares afecten a la dinámica de las poblaciones naturales.

Con el fin de evitar que aparezcan hibridaciones en los cotos, la legislación vigente establece requisitos encaminados a garantizar que la genética de los ejemplares procedentes de granjas sea la misma a la de las especies silvestres que habitan en la zona. Para ello, entre otras cuestiones, se establece la obligatoriedad de que todos los ejemplares liberados en el medio natural dispongan de una certificación genética cuando existen estándares científicamente establecidos para esa especie (perdices, ciervos, cabra montés o jabalí).

Además, existen casos concretos con requisitos añadidos como las perdices, que deben provenir de granjas certificadas u homologadas. Por otro lado, los animales que se utilizan para repoblaciones en cotos de caza mayor tienen que ir acompañados de certificados desde la granja de origen.

Como ha informado la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible esta semana al Consejo de Gobierno, este departamento de la Junta de Andalucía ha suscrito un convenio de dos años de duración con la Universidad de Córdoba dirigido a seguir ahondando en la conservación de la integridad genética de las especies cinegéticas.

Entre otras actuaciones, esta colaboración contempla el impulso del conocimiento de la situación actual de las granjas cinegéticas y otras instalaciones ligadas a la cría en cautividad de especies susceptibles de caza en cuanto a condiciones ambientales, genéticas y de seguridad y sanidad animal. Asimismo, también incluye controles genéticos de los animales producidos en las granjas o transportados desde instalaciones de este tipo ubicadas fuera de la Comunidad para su incorporación al medio natural andaluz;  y el estudio de las sueltas y repoblaciones de especies cinegéticas que se realizan actualmente en Andalucía. El objetivo de esta última iniciativa es poder establecer el tamaño y proporción adecuados para la ejecución de estas medidas de gestión de los cotos de caza de la región.

Además, la Unidad de Investigación de Recursos Cinegéticos y Piscícolas de la Universidad de Córdoba continuará ofreciendo asesoramiento científico a la Consejería de Desarrollo en materia cinegética y ambas instituciones unirán recursos para realizar censos y un seguimiento científico, de supervivencia y de productividad de la tórtola europea (Streptopelia turtur). De esta forma, será posible aportar la información necesaria para el desarrollo del Plan de Caza Adaptativo de la Tórtola