Garzón: "Los discursos que se lanzan desde las instituciones públicas de Andalucía con la extrema derecha son una amenaza contra los derechos humanos, contra la vida y necesitan una respuesta de la democracia"
El coordinador general de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha subrayado que la formación está "en condiciones de dar esa batalla" dentro de un proyecto de transformación social ante la "crisis ecosocial" que vive Andalucía de un modo "más agudo y profundo" que otros territorios, al contar con "unas condiciones materiales mucho más paupérrimas" y ser "utilizada sistemáticamente por intereses partidistas para el enfrentamiento con otras regiones o con el Gobierno central".
"Andalucía siempre ha sido un vector de transformación social de los grandes cambios de este país. Andalucía tiene que ser parte de la solución", ha sentenciado Garzón en su intervención en la segunda jornada de la XXIII Asamblea de IU Andalucía, donde ha apostado por "desplegar la esperanza para la gente trabajadora" ante el "complejo momento" que se vive en el país y en esta región.
Tras felicitar por su reelección como coordinador general de IU en Andalucía a Toni Valero, de quien ha destacado su "integridad tremenda, política y social", Garzón le ha trasladado el "apoyo inquebrantable" de la organización a nivel federal. "No queremos que la Andalucía del presente ni del futuro esté regida y con sus parámetros dictados por la derecha conservadora reaccionaria que se pliega a la extrema derecha homófoba y xenófoba, no queremos que nuestro planeta esté condenándonos en el futuro y que la vulneración de derechos humanos sea algo sistemático", sentencia.
Por ello, pone en valor el equipo de Valero para dirigir "una nueva fase donde Andalucía tiene que ser parte de la solución". "Andalucía está siendo utilizada sistemáticamente por una parte de los actores políticos por intereses partidistas para el enfrentamiento, pero es el momento de recordar los orígenes, recordar de donde viene el andalucismo, de donde venimos y recordar que Andalucía es parte de la solución del país. En esto estamos prácticamente solos y los retos son muy importantes", subraya.
Aunque "no se sabe" cuando serán las próximas elecciones en Andalucía, Garzón deja claro que se tiene la responsabilidad de "intentar con toda nuestra fuerza que Andalucía empiece a hablar en otra idioma y para otra gente, para las clases trabajadores y no para quienes se han sentido siempre cómodos en una Andalucía de privilegios y de rentismo". "Estamos en condiciones de dar esa batalla dentro de un proyecto de transformación social", insiste, abogando por ser capaces de "integrar el cuidado de las personas y del planeta en las actividades cotidianas".
El ministro llama la atención sobre los problemas "más agudos" que en otros territorios que presenta Andalucía, mencionando el desempleo, la precariedad laboral, la estacionalidad o la irregularidad, por lo que pide una "mayor audacia" en esta tierra. "La justicia social, el feminismo o el ecologismo son vectores de trabajo que iluminan nuestro quehacer cotidiano", recalca Garzón.
"UNA CRISIS ECOSOCIAL"
Además, llama a la "conciencia en el territorio" ante la emergencia climática existente, "una crisis ecosocial que vincula el daño terrorífico al planeta con el daño a lo social, a la precariedad laboral. "Esta crisis en Andalucía es más aguda y la conciencia ecológica tiene que ser más intensa", indica, tras recordar que las predicciones de los científicos avisan de la "verdadera amenaza" de que Andalucía se convierta ante el cambio climático en "un desierto en las próximas décadas, lo que supone no sólo perder espacios naturales, sino la capacidad de atraer gente, actividad económica y de vivir en un territorio con dignidad". Para Garzón, "la lucha por un territorio sostenible tiene que tener en cuenta el planeta que dejaremos a las próximas generaciones".
"En la izquierda a veces nos centramos en flagelarnos pero hay que reconocer también lo que hacemos bien. Mantengo esa preocupación por la realidad social, la realidad andaluza, y la esperanza que desde IU podamos transformar las cosas. Tenemos que ser capaces de decir que IU es una organización que hunde su importancia en lo colectivo", apostilla.
Para el coordinador estatal de la federación de izquierdas, esta asamblea regional se desarrolla "en un momento complejo para el país y Andalucía" y sirve de "acicate para desplegar una esperanza" para la gente trabajadora "no solo por la pandemia sino porque se lleva diez años intentando superar la anterior crisis económica que asoló el país". "Puede tener una mejora en los indicadores económicos pero que en nuestro entorno hay déficits económicos y sociales que hay que resolver, además de que nos enfrentamos a riesgos como el crecimiento de la extrema derecha, de la homofobia, del racismo y se sigue asesinando a personas sólo por amar a personas de su mismo sexo", advierte.
Lamenta que estos individuos homófobos o racistas se sientan "fortalecidos porque encuentran un reflejo de sus ideas en los discursos homófobos que se lanzan desde las instituciones públicas con la extrema derecha", avisando de que ocurre igual con el machismo. "Es una amenaza contra los derechos humanos, contra la vida, y necesita una respuesta de la democracia", insiste, apuntando al proyecto de IU centrado en la defensa de los derechos humanos, poniéndolos en el centro de su proyecto ideológico y político.