La Fiscalía de Menores ucraniana ha denunciado este sábado que al menos 361 niños han muerto y en torno a 711 han resultado heridos en ataques perpetrados por Rusia desde el comienzo de la invasión a Ucrania a finales de febrero. Además, los bombardeos han destruido 2.328 instituciones educativas, de las cuales 289 han resultado completamente destruidas.
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, alertó el jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU de que la situación en la central nuclear de Zaporiyia se ha vuelto “muy alarmante”.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha pedido a la comunidad internacional que “reaccione de inmediato” para expulsar a las tropas rusas de la central, la más grande de Europa, ubicada en el sur de Ucrania y ocupada por las fuerzas rusas desde el 4 de marzo. “Solo la retirada total de los rusos garantizaría la seguridad nuclear para toda Europa”, ha dicho el presidente ucranio en su discurso diario en vídeo.
Desde el fin de semana pasado, Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de bombardear la central nuclear. Sobre el terreno, Zelenski ha asegurado que Ucrania ha destruido 10 aviones de combate rusos, nueve en Crimea y uno más en Zaporiyia. Imágenes de satélite publicadas el jueves por la empresa estadounidense Planet Lab muestran graves daños en la base de Crimea, con al menos ocho aviones reventados y varias instalaciones destruidas.