Los 15 alimentos que se pueden consumir después de la fecha de caducidad

La fecha de caducidad y la del consumo preferente pueden llegarse a confundir pero no es así. La caducidad es una fecha más estricta que está presente sobre todo, en productos que necesitan de refrigeración. De hecho, no hacer caso a la fecha indicada puede suponer un riesgo de intoxicación alimentaria. 

Sin embargo, la fecha del consumo preferente indica el momento a partir del cual ciertas propiedades nutricionales pueden empezar a fallar. Es el caso de los alimentos "eternos", los cuales pueden aguantar unos días más posteriormente a la fecha indicada. 

• Pan: su verdadero límite aparece cuando el pan se seca o endurece, incluso, una buena señal de que el pan ya no es apto para su consumo es la aparición del moho. 
• La mantequilla: puede pasar un largo periodo de tiempo en la nevera, incluso se puede llegar a congelar. 
• Los caramelos: pueden aguantar incluso un año si se conserva en su recipiente. 
• Comida enlatada: están hechas para aguantar el mayor tiempo posible por lo que, generalmente, suelen durar entre 2 a 5 años. 
• Queso: al igual que el plan, un buen indicador de su mal estado es el moho. 
• Patatas fritas: suelen aguantar bastante tiempo más allá de la fecha, sin embargo, si su sabor u olor es malo, es mejor tirarlas. 
• Condimentos: normalmente su fecha de caducidad suele ver de 1 a 2 años. 
• Huevos: suelen aguantar de 3 a 5 semanas desde su compra. Es preferible mantenerlos en el cartón para evitar cambios de temperatura. Para saber si el estado de un huevo es bueno, se coloca en un cazo con agua y si flota es que está malo. 
• Carne y pescado: el pescado congelado puede aguantar una media de 9 meses, el fresco no más de dos días. Sin embargo, la carne solo aguanta 4 meses congelada. 
• Miel: es uno de los pocos alimentos que puede durar para siempre. 
• Pasta: su caducidad suele ser de dos años. 
• Arroz: en su recipiente puede durar hasta 5 años. 
• Yogur: hasta 3 semanas desde su fecha de caducidad. 
• Alcohol: no pierde propiedades, salvo la cerveza que puede perder el sabor con el paso del tiempo,