Creadores musicales y audiovisuales sufrirán pérdidas de hasta 24% por la IA

Los creadores de música y audiovisuales podrían perder, respectivamente, el 24% y el 21% de sus ingresos de aquí al 2028 debido al impacto sustitutivo de la inteligencia artificial generativa (IA) sobre las obras creadas por humanos, según se desprende de un estudio de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC).

Precisamente, el estudio, al que ha tenido acceso Europa Press, muestra que estos datos equivalen a una pérdida acumulada de 22.000 millones de euros en un periodo de cinco años, 10.000 millones de euros en el sector musical y 12.000 millones de euros en el sector audiovisual, a pesar de que estos creadores proporcionan el material creativo que alimenta el mercado de contenidos producidos por la IA generativa.

Mientras, el mercado de contenidos musicales y audiovisuales generados por la IA crecerá exponencialmente en los próximos cinco años, pasando de un valor actual de 3.000 millones de euros a 64.000 millones de euros en 2028.

Así, como resultado de este crecimiento del mercado, los ingresos futuros de los proveedores de la IA generativa ascenderán a unos ingresos anuales de 4.000 millones de euros en el sector musical --frente a 100 millones de euros en 2023-- y de 5.000 millones de euros en el sector audiovisual --frente a 200 millones de euros en 2023--.

Estos ingresos son derivados directamente de la reproducción no autorizada de las obras de los creadores y representan una transferencia del valor económico de los creadores a las empresas de IA.

MÚSICA DE IA REPRESENTARÁ EL 20% DE LOS INGRESOS EN PLATAFORMAS

En el sector de la música, los mercados del 'streaming' y de las bibliotecas de música se verán fuertemente impactados por la IA, llegando a ser el 20% de los ingresos de las plataformas tradicionales de 'streaming' de música y alrededor del 60% de los ingresos de las bibliotecas musicales de aquí a 2028.

Por su parte, los traductores y adaptadores de doblajes y subtítulos serán los más perjudicados de la industria audiovisual, con una posible pérdida del 56% de sus ingresos, mientras que los guionistas y directores podrían ver sus ingresos mermados entre un 15% y un 20%.

El estudio, realizado por PMP Strategy, concluye que si no se modifica el marco regulador, los creadores sufrirán pérdidas, tanto de ingresos por el uso no autorizado de sus obras, como el remplazo de sus fuentes tradicionales de ingresos debido al efecto de sustitución de los productos generados por IA, que competirán con las obras creadas por humanos.

En ese sentido, la directora general de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Cristina Perpiñá-Robert, ha asegurado en un comunicado que este estudio confirma la "situación complicada" del mundo cultural.

"A lo largo de la historia, el derecho de autor se ha adaptado a los diferentes avances tecnológicos. La IA generativa produce obras a gran escala que copian y reemplazan las obras de los creadores originales. Esto está causando un enorme daño económico, cultural y social", ha añadido.

A su vez, el presidente de la CISAC, Björn Ulvaeus ha acogido el estudio como una "guía" a los responsables políticos en los debates legislativos alrededor del mundo, sin dejar de lado el "potencial" de la IA para ofrecer oportunidades a los creadores "de todo tipo".

"Pero debemos aceptar que, si no está bien regulada, la IA generativa también tiene el poder de perjudicar severamente a los creadores humanos, a sus carreras y a sus medios de sustento. ¿Cuál de estos dos escenarios prevalecerá? Esto será determinado en gran parte por las decisiones que tomen los responsables políticos en las revisiones legislativas que se están llevando a cabo en todo el mundo en estos momentos", ha añadido.

Las cifras y las previsiones históricas del informe se han logrado a base de datos de mercado, parámetros de referencia pertinentes y extensas entrevistas con expertos del sector como organizaciones de gestión colectiva (OGC), creadores, actores del sector tecnológico, productores, editores, proveedores de servicios digitales (PSD), actores institucionales representativos de estas industrias en cuestión e instituciones públicas.