Cruzcampo presenta: "Estatutos de la caseta" para la feria de Sevilla
Unos estatutos con mucho acento que recogen aquellas verdades, dichos, costumbres de la feria que se repiten año tras año y que todo sevillano y visitante deben conocer
¿Corbatas? limpias; ¿albero? en su sitio; ¿pescaíto? en la sartén... Ya huele a feria y todo buen visitante debe conocer algunas verdades y consejos para desenvolverse con soltura en la gran fiesta de la primavera en Sevilla. Para ayudarles, Cruzcampo ha elaborado junto a un grupo de 20 feriantes y expertos en la Feria de Abril, unos ‘estatutos de la caseta’ alternativos, para que hasta el foráneo más exótico derroche acento y sevillanía durante estos días.
Se trata de verdades como puños sobre la Feria y cómo disfrutar de ella. ¿Qué no puede faltar antes de pisar el Real? ¿Qué frases se repiten año tras año? O ¿Qué se espera de cada día y de cada noche bajo un cielo de farolillos? Muchas de estas frases ya decoran los balcones del barrio de Los Remedios, por el que pasan todos los sevillanos y visitantes de camino al Real desde el centro de la ciudad y que desemboca en la emblemática Portada.
“En abril todo el mundo tiene un amigo en Los Remedios”.
Los vecinos de este barrio de Sevilla que se pasan todo el año yendo al Centro para poder quedar con sus amigos de otros puntos de la ciudad, se convierten en anfitriones durante la Feria. En su casa se celebra el “pescaíto” de los más jóvenes; se llena de trajes de flamenca de familiares y amigas, para que se cambien allí, directamente después del trabajo, mientras se toma la primera Cruzcampo del día, la “previa” antes de ir al Real. También se utiliza como “centro logístico” y es allí donde se arregla el traje de gitana al que descosen un volante de un pisotón o se para a reponer fuerzas antes de volver a casa al final de la jornada.
“Si el albero no te llega al 3er volante, ni es feria ni es ná”.
Esto se sabe aquí y en la Conchinchina, no se ha ido a la Feria si no se ha paseado de caseta en caseta por las calles llenas de albero. Cuando se vive la Feria de verdad, mancharse es lo de menos, lo que importa es disfrutar.
“2 cañas, 1 tortilla de papas y 48 tenedores”. Compartir es vivir y en la Feria de Sevilla esta lección está bien aprendida, porque donde caben 8, caben 48.
“Este año hay más gente” es la frase por excelencia de la Feria de Sevilla que se supera en cada edición atrayendo a más visitantes de dentro y fuera de la ciudad para experimentar en qué consiste esta fiesta, que cada año es única, y con la que arranca, por todo lo alto, la temporada de festejos populares.
“La guapura por las nubes”, porque no hay nada más bonito que un traje de gitana bien plantao’ en la Feria, ni nada más elegante que un traje de chaqueta con su corbata y su pañuelo de lunares, por no hablar de los que se atreven yendo de corto. No hay nadie que no se pasee con el guapo subido por el Real.
“El que llega al jueves es un valiente, el que llega al sábado es un jartible”… ¿Qué días vas a ir a la Feria? Es una de las preguntas que más se repiten en la previa de la fiesta de la primavera. En esa semana se concentra el mayor número de quedadas con amigos y compañeros a los que, en algunos casos, sólo ves una vez al año, coincidiendo con este evento. Parte de la magia de la Feria consiste en
encontrarte a gente que no veías desde hace años. Aguantar más de una semana de Feria tiene su miga y el sábado de Feria no se tiene ya…
…“Ni cuerpo, ni cartera”. Conforme van pasando los días, sólo las ganas de disfrute y de celebrar triunfan sobre el dolor de pies o el calor que dan el traje de flamenca o el de chaqueta. Pero, aunque muchos piensen en despedirse del Real el Jueves, hay quien se deja liar y allí está de nuevo el Sábado de Feria casi desmontando la caseta.
“Mírala cara a cara que esta noche es de travesura”. Durante el día, la Feria de Abril se vive de una manera más pura, impera la tradición. Cuando los farolillos alumbran las calles, el ambiente se transforma y, además de bailarse al compás de sevillanas, comienzan a sonar también ritmos más actuales como el reggaeton. Tras la cena, se despejan las casetas, desaparecen las sillas y mesas para dejar espacio a la pista de baile y muchas se convierten en lo que hoy se conoce como ‘discosetas’.
Con estos Estatutos Con Mucho Acento de Cruzcampo cualquiera podrá ir a la Feria desplegando toda su gracia y salero sin desentonar. Sólo hace falta llevar los pasos de las sevillanas bien aprendidos, o al menos que parezca, y la dirección de la caseta memorizada, porque, en la Feria, no hay mucha cobertura y la función principal del móvil es ampliar los contactos de la agenda. A disfrutar y a vivir el momento, que la Feria es mucha Feria.