Decenas de personas han acudido al "confesódromo" en la JMJ
En la Jornada Mundial de la Juventud de este año, han apostado por los "confesódromos", cabinas de madera colocadas en fila y al aire libre para dar servicio a todos aquellos que acudieron al evento.
Una imagen muy llamativa ha dejado esta Jornada Mundial de la Juventud ya que, 150 casetas de madera, sin rendijas y casi sin separación entre ellas, han servido para atender a las decenas de personas que esperaron durante un largo rato para poder "limpiar" su alma.
Curiosamente, estas casetas están situadas en el parque portugués "Parque del perdón". Otra curiosidad es que, los confesódromos están construidos por presos y se dividen en distintos idiomas debido al gran número de personas de diferentes partes del mundo que acuden a la JMJ.
El diseño que se ha elegido para su fabricación ha sido el de una "casa abierta". El objetivo era proporcionar a todo el mundo la sensación de seguridad y de hogar.
Un joven que acudió a estas casetas, confesaba que "es una experiencia única y totalmente diferente". Dinis, que así se llama el chico, afirma que hasta el hecho de compartir la experiencia con otro cura totalmente distinto, es algo especial. "Confesarnos con personas de otros países también nos enriquece mucho a nosotros. Estamos aquí rodeadas de jóvenes, de gente que opina igual que nosotras, nos sentimos arropadas", confiesan otros creyentes.
El gran momento de esta Jornada se producirá el viernes cuando el propio Papa Francisco será el encargado de confesar en primera persona a los jóvenes. Estas confesiones están disponibles en cinco idiomas oficiales (portugués, inglés, español, francés, e italiano.
Muchas de las personas que se encuentran allí como Dinis o Francisco Luciano, destacan el ambiente positivo de la JMJ y recuerdan la importancia de la iniciativa de las casetas construidas por presos. "Todos merecemos el perdón" y "Esta acción puede ser buena paras su conversión y así poder sanar sus almas", explican ambos chicos.