jueves. 21.11.2024

Sobrepasada por una manera de hacer las cosas que se había mantenido demasiado tiempo, Malú se replanteó los tiempos y modos de su carrera para poder ofrecer su versión más personal en un nuevo disco, "Oxígeno", con mayoría de temas de su puño y letra entre los que se incluye uno a su tío, Paco de Lucía.

"De él me queda una forma de vida, de sentir, un respeto al escenario y a la música, un nivel de exigencia. Era un referente para todo lo que hago en mi vida", señaló hoy la artista en una entrevista con Efe

La cantante reconoció que, "noqueada" por la muerte de De Lucía, necesitó más de cuatro años para "cantarle desde fuera del dramatismo y del lugar desde el que sentía que debía hacerlo".

En esa misión, encontró la ayuda de su gran amigo Alejandro Sanz, quien le diera alas hace 20 años como autor de su primer éxito musical, "Aprendiz", tiempo en el que nunca habían grabado una canción juntos. Cuando Malú le mostró "Llueve alegría", fue el madrileño quien dijo: "Esta es la que tenemos que cantar".

"Teníamos esa deuda pendiente, pero no queríamos forzarlo. Somos como hermanos y nuestra relación va más allá. Pero esta vez, si había dos personas que podían hablar de este tema con conocimiento de causa y una verdad, éramos nosotros", justifica.

En el libreto de su duodécimo disco de estudio, que se publica mañana, escribe María Lucía Sánchez (Madrid, 1982), alias Malú: "He creado este disco después de entender que sin oxígeno no hay nada".

"En determinado momento sentí una auténtica falta de oxígeno, en el que la marea ya sabes hacia dónde te lleva en un barco con todo tu equipo. De vez en cuando miras a otro lado y deseas poder ir hacia allá, pero sigues en la marea, hasta que no puedes más y te tiras de ese barco", explica sobre la génesis de este proyecto.

Esos nuevos derroteros pasaron por expresarse "de una manera más tranquila" y dedicarle al álbum hasta dos años en los que planearon "fantasmitas evidentes", como "el miedo a equivocarse y a tardar demasiado en completar el disco".

"¿Y si cuándo vuelva no se acuerdan de mí? ¿Y si la he liado con tanta sinceridad?", se preguntaba Malú, temores a los que dio forma en su primer sencillo, "Invisible", el cual, paradójicamente, mostró que, con 11 millones de reproducciones en Spotify, el público no se había olvidado de una de las artistas de mayor éxito comercial en España.

Parte del éxito de la fórmula se corresponde al trabajo en Miami con el productor Julio Reyes, con el que se ha reencontrado tras haber trabajado juntos en su tercer disco y en el que ha hallado "un compañero vital para todo este proceso" que probablemente haya vuelto para quedarse mucho tiempo en lo musical.

"Este 'Oxígeno' me ha dado alas y me ha descubierto el gris. No habrá terapia comparable para mí a este disco. Sentía una necesidad increíble de contar mis cosas y ha sido una liberación, una satisfacción mucho mayor, porque he podido expresar en cada canción quién soy", destaca.

Y Malú, según sus nuevas composiciones, es por ejemplo "una tormenta de esperanza y destrucción", como se presenta en "Contradicción", otro de los sencillos.

"Puedo aparentar mucha fuerza, y no niego tenerla, pero también soy una persona pequeña, frágil y vulnerable, con muchas inseguridades. En este disco precisamente lo que quería era hablar de que, en este mundo real que se muestra tan irreal, esas sensaciones existen y las pasamos todos", cuenta.

En breve arrancará los ensayos generales de su nueva gira por España, que llega avalada por la promotora de las estrellas pop globales, Live Nation, y por el hecho de haberse coronado ya ella misma como la artista de mayor tirón en concierto en 2014 en este país.

"Este show no tiene nada que ver con todas las giras anteriores en ningún aspecto, ni en lo musical, donde somos más, ni en lo visual, porque vamos con todo. Llevo dos años sin subirme a un escenario y puedo comerme a mí misma en el momento en que suceda", declara.

Malú: "Paco de Lucía era un referente en todo lo que hago en mi vida"