Morante de la Puebla rompe su silencio sobre su enfermedad mental
Desde su retiro en Marinha Grande, una tranquila localidad costera en Portugal, Morante de la Puebla ha concedido una entrevista en la que se sincera sobre el duro proceso personal que atraviesa. El torero sevillano, que el pasado verano decidió apartarse de los ruedos de manera indefinida debido a problemas de salud mental, ha revelado que ha llegado a pensar en la muerte como una forma de alivio. Sin embargo, afirma con contundencia: "No me lo puedo permitir. Tengo una familia y una responsabilidad".
Después de más de 20 años lidiando con un trastorno disociativo, una condición que, según explica, le desconecta emocionalmente de su propio cuerpo, Morante se encuentra sumido en una batalla contra un cuadro depresivo complejo. "Es una enfermedad muy triste y muy dolorosa", confiesa en la entrevista.
Un tratamiento extremo para volver a los ruedos
Para afrontar esta situación, el torero ha recurrido a un tratamiento con terapia electroconvulsiva (conocida como electroshocks), una opción médica que, según él, ha sido clave en su recuperación. También ha seguido las indicaciones de los especialistas, que le recomendaron realizar distintos viajes como parte de su proceso terapéutico.
Fecha para su regreso
A pesar de la dureza del camino, el diestro sevillano deja entrever una luz de esperanza en su recuperación. De hecho, ya ha puesto fecha a su esperado regreso a los ruedos: el 8 de marzo en Olivenza, un escenario emblemático donde cada año arrancan las grandes citas taurinas.
Pero su vuelta no se detendrá ahí. En el horizonte, Morante tiene otro compromiso de gran relevancia: su participación en la temporada de la Real Maestranza de Sevilla, donde está anunciado para torear en cinco tardes dentro del abono.
Tras meses de incertidumbre, la afición taurina podrá ver de nuevo en acción a una de las figuras más icónicas de la tauromaquia contemporánea. Ahora, Morante no solo lucha por recuperar su arte, sino también por reencontrarse consigo mismo.