Pablo Alborán reconoce estar atravesando una crisis: "A veces se olvida el ritmo en el que uno se mete"
El cantante Pablo Alborán viaja a Uganda junto al presentador Jesús Calleja para iniciar la nueva temporada de Planeta Calleja, donde ha reconocido estar atravesando una segunda crisis
Tras su paso por Planeta Calleja, Pablo Alborán vuelve a ser tendencia esta semana, acompañado del aventurero Jesús Calleja en su regreso a la noche de los lunes de Cuatro.
El viaje de Pablo Alborán a Uganda es la primera aventura que presenta de cara a esta nueva temporada y juntos han recorrido las orillas del Lago Victoria, el segundo lago de agua dulce más grande del mundo; han visitado el parque nacional Queen Elizabeth, con safari a pie incluido; y han navegado por el canal de Kazinga, el lugar con mayor concentración de hipopótamos de África.
También han visitado el lago Katwe, donde el artista ha podido comprobar de primer mano las peligrosas condiciones a las que se someten sus habitantes durante la extracción de sal; y han visitado el parque nacional de Kibale, donde Pablo ha vivido el momento más emocionante de su viaje. El propio artista ha catalogado esta como una "de las experiencias más emotivas e inspiradoras que he vivido nunca", a su vez que le ha ofrecido a Jesús Calleja una entrevista amena, sincera, divertida y que nos ha regalado unos cuantos momentazos.
Pablo Alborán hizo hace dos meses un parón en su apretada agenda para poder viajar y vivir esta experiencia que le ha ayudado a reconectar con su música y con él mismo. Una de las paradas que hizo en Uganda fue para conocer a un grupo musical llamado Ndote cultural, que recupera la tradición musical de sus antepasados y fabrica sus propios instrumentos. Una experiencia muy emocionante, ya que ha tenido la oportunidad de cantar y bailar junto a ellos mientras fusionaban estilos.
Este ha sido uno de los momentos más emocionantes que ha vivido el cantante durante esta travesía, ya que se ha emocionado y sincerado ante el presentador reconociendo que antes de coger el avión se encontraba ante una nueva crisis personal y profesional: "Esto es muy emocionante. Necesario para mí y para lo que estamos viviendo hoy en día", explica Pablo, "Yo vengo de un mundo y ellos de otro totalmente diferente, pero la música la sentimos igual. A veces se te olvida la verdadera razón por la que realmente estás haciendo música debido al ritmo en el que uno se mete", comentaba antes de contar su nueva realidad.
Y es que el malagueño ya sufrió hace unos años una crisis que le alejó de los escenarios durante un tiempo, y parece que ahora estaba empezando a vivir algo parecido: "Estaba en una especie de segunda crisis", le contaba a Jesús, "Pero esta vez no puedo parar. Y venir aquí me ha obligado, por lo que ha sido todo un regalo del cielo".
Otro de los momentos más emotivo de este viaje de crecimiento personal ha sido su visita al lago Katwe, donde los habitantes de los alrededores trabajan extrayendo sal en peligrosas condiciones de salubridad. Ver esta realidad ha despertado en Pablo una reflexión sobre la suerte que corremos dependiendo del sitio en el que hayamos nacido.
"Este viaje me provoca un pequeño colapso con respecto a la humanidad y al sistema", explica Pablo mientras razona, "Hay cosas que no dependen de nosotros y es la suerte de haber nacido de un lado u otro de la frontera. Este viaje me provoca un pequeño colapso con respecto a la humanidad y al sistema". Y es que el artista reconoce no entender un montón de cosas después de vivir la realidad que tienen que sufrir los habitantes de la región en su día a día.