El octavo mural del artista urbano Banksy, ubicado en la calle Westmoor en Charlton y que se corresponde con la figura de un rinoceronte en una pared que simula escalar un coche aparcado justo delante, ha sido vandalizado por otro grafitero, según ha informado el diario británico 'The Guardian'.
La obra, que pertenece a la ya bautizada serie 'Zoo de Londres', fue confirmada por el mismo artista a través de su cuenta de Instagram. Poco después de su confirmación, este mismo martes 13 de agosto, un hombre con un pasamontañas y una lata de pintura blanca pintaba por encima del mural, mientras una testigo que ha grabado las imágenes le reprendía. Además, el coche que daba forma al grafiti también ha sido retirado, aunque el ayuntamiento ha asegurado que no ha sido por parte de la administración.
Así, un portavoz de la autoridad local donde el mural está ubicado, la Royal Borough de Greenwich, ha lamentado lo ocurrido. "Es una verdadera lástima que un vándalo descerebrado haya desfigurado el mural, que ya ha atraído a visitantes y alegrado a muchos... El ayuntamiento está estudiando lo que ocurrirá en el futuro con la obra de arte", ha confirmado a 'The Guardian'.
El noveno y último mural, por ahora, se ha encontrado justamente fuera del Zoo de Londres este martes. Se trata de un gorila que simula levantar la persiana de metal sobre la que se encuentra y por donde aparece la figura de una foca y algunos pájaros.
Los murales, que el mismo Banksy va publicando en su perfil de Instagram, ascienden a nueve y por el momento el artista no ha explicado el significado que tiene la serie.
Este domingo 11 de agosto, el artista cerraba su primera semana "animal" confirmando la autoría de una cabina de cristal de la policía, que amanecía convertida en una pecera de pirañas. En la foto que el mismo Banksy ha publicado, un agente mira la obra mientras le hace una foto.
Los días anteriores, un gato, un pelícano, un lobo en una antena parabólica, primates colgando de un puente, elefantes y una cabra --que fue el primer grafiti-- han aparecido en paredes y superficies londinenses.
El cuarto de los murales, que se corresponde con la figura de un lobo sobre una antena parabólica y se ubicada en lo alto de un edificio en Rye Lane, en el barrio de Peckham, en el sureste de la capital británica, fue robado el pasado viernes 9 de agosto pocas horas después de su aparición.