Este viaje que vamos a realizar no va a ser como los anteriores. En vez de seguir una ruta turística y visitar los puntos claves de la ciudad, quiero compartir una experiencia que hará que nos perdamos entre las calles y canales de esta ciudad mientras contamos un poco de su historia, ¡Adelante!
Nos bajamos del tren, salimos de la estación y ya tenemos un plano general de la ciudad. Tampoco es un sitio muy elevado, pero trazamos una línea con la calle principal delante nuestra que nos mete de lleno en la ciudad. Las casas son de 4 ó 5 plantas de alto. Nos fijamos en los ganchos situados en la parte delantera. Además, la fachada principal de la gran mayoría de edificios está vencida hacia fuera. Todo esto tiene un sentido, no es que tengan envidia de la Torre de Pisa. Dentro del hogar, las escaleras son pequeñas y estrechas. Si quisiéramos subir un sofá a la planta de arriba, no entra por el hueco de las escaleras. El gancho que hay fuera de la fachada actúa de polea para levantarlos y poder mover objetos de grandes dimensiones entre los pisos. Que la fachada esté inclinada hace que al subir el objeto, no llegue a chocar contra la pared.
Avanzamos por la calle principal hacia el centro de la ciudad. Ya hemos visto al salir del tren, una pequeña parte de los canales que recorren la ciudad, aunque aún no hemos visto su encanto. De momento en lo que si que nos fijamos es en la gran afluencia de bicicletas en la ciudad. La mayoría de la población se desplaza en bicicleta, llegando a existir varios parkings muy amplios exclusivos para las bicis. Al ser tantas, el gobierno tuvo que crear un servicio de recogida de bicicletas. Muchas veces se llegan a acumular en las calles y no deja libre transito para los peatones. Suena exagerado pero en mi visita llegué a ver una plaza con más de 200 bicicletas amontonadas.
Otra de las cosas que destacan de esta ciudad son los negocios llamados coffeeshop. Para el lector que no sepa que son, lo explicare con un poco de contexto histórico. En la década de los 80, Holanda crearía una política de drogas para regularizar su consumo y que se viera afectado el mercado negro. La primera ley del Opio se estableció en 1919. Esta ley se aplicaba a todas las sustancias clasificadas como droga: algunas eran la morfina o la cocaína. Ya en los años 70 el consumo de cannabis se disparó junto al del LSD, por lo que el país se vio obligado a regularlas distinguiendo cuáles dañinas y cuáles no. Este fue el origen de la distinción entre drogas "duras" y "blandas". Ya en 1980 se anunció que no habría delito relacionado con el Cannabis, lo que desembocó en un auge de tiendas que lo vendieran, los coffeeshops. Al existir tantos y sin control alguno, el gobierno tuvo que intervenir una vez más y estableció una serie de normas comunes.
Sí, es legal comprar y consumir cannabis en Países Bajos, pero las tiendas que lo venden deben de seguir unas normas muy claras y estrictas. Estas van por ejemplo desde no tener más de 500g en el local, no pueden anunciar que venden cannabis, venta prohibida a los menores de edad y también más de 5g por persona. En estos locales está permitida la venta de comida y bebida pero no alcohol. De hecho, en el centro de la ciudad hay dos coffeeshops de la misma marca que están unidos pero son dos locales separados: en uno compras cannabis y lo consumes. En el otro bebes alcohol y lo consumes. No puedes consumir en uno lo que has comprado en el otro lado pero es una forma sutil de unirlo. De hecho hasta está prohibido fumar tabaco dentro de estos locales. Esto no deja de ser uno de los mayores recursos de la ciudad que consigue a millones de turistas al año.
Una de las zonas más destacas de la ciudad es sin lugar a dudas el Barrio Rojo. Este barrio es famoso por estar lleno de escaparates con luces de neón rojas (violeta algunas veces) donde se sitúan prostitutas que ofrecen sus servicios. Sí, en todo el país es legal la prostitución. Es un trabajo legal por lo que si trabajas de ello debes pagar impuestos como todos los demás. No voy a poner foto del barrio rojo ya que aparte de que está prohibido, es una simple actitud de respeto hacia las trabajadoras y los clientes. Creo que es necesario poner un poco de contexto histórico también aquí.
Ámsterdam no deja de ser una ciudad portuaria, ya en el siglo XVI los marineros paraban aquí después de estar meses en alta mar y saciaban sus deseos sexuales. Había tal tráfico de barcos que la ciudad no tardó en convertirse en el primer puerto mundial y pasó a ser uno de los centro económicos más importantes del mundo hasta el día de hoy. La policía de la época, ante tal cantidad de marineros, hicieron que las prostitutas pasaran controles médicos para erradicar ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual). En los 70 era una zona libre, donde las mujeres podían ejercer la profesión si querían o si no les quedaba otra opción. Ya entrados en el año 2000 se reguló la explotación de las trabajadoras sexuales con la prohibición de los burdeles. Esto fue en lucha directa contra la trata de personas y de los abusos de los derechos humanos. Hoy en día, aquella persona que trabaja como prostituta en Países Bajos es porque quiere. Al ser un trabajo legal pagan sus impuestos, su lugar de trabajo y les permite ser selectivas con los clientes como también el tiempo que emplean trabajando. Algunos pueden estar de acuerdo con esta legalización y otros no. En este caso Países Bajos hizo la estrategia que siguió EEUU en su tiempo para combatir la mafia en la Ley Seca: legalizarlo y así destruir su negocio.
Después de andar bastante, hemos atravesado más de un canal y cruzado algún puente. Los canales de Ámsterdam no tienen nada que envidiar a los de Venecia, cada esquina que encuentres con un canal y bicicletas te forma una postal increíble de la ciudad. Os dejo aquí un par de ejemplos.
Espero que os haya gustado esta atípica visita. No hemos parado a ver puntos clave de la ciudad pero ya sabemos algo más de la historia de este país. Vamos disfrutado de un paseo por sus canales y hemos hablado de dos de los temas principales que son objeto de debate en cualquier conversación. Aún quedan muchos temas para hablar y muchos lugares que merecen ser mencionados como el mercado de las flores. Si tuviera que recomendar un viaje que fuera importante, sin lugar a dudas diría Ámsterdam. Es una visión muy diferente a lo que estamos acostumbrados y la ideología de sus residentes hace que veas otro punto de vista. No digo que sea mejor o peor, si no diferente. Merece ser escuchado.