De viaje en la pandemia: Nos vamos a Berlín, podemos ir, ¿no?
Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina y sin poder salir de nuestra comunidad buscamos alternativas, ya que Alemania puede venir a España, nosotros les vamos a visitar a ellos. Hoy, visitamos Berlín.
Berlín, capital de Alemania y una de las ciudades más marcadas por su trágica historia. Ya en la segunda guerra mundial acabó casi destruida pero hasta entonces la ciudad llegó a estar dividida en 4 partes: el sector francés al norte, el británico al oeste, el soviético al este y por último el sector americano al sur. Esta división estaba marcada por una de las construcciones más relevantes del siglo XX, el muro de Berlín. Ahora quedan nada más que los restos y una cicatriz que atraviesa toda la ciudad por donde estaba el muro. Empecemos el viaje.
La primera parada de nuestro viaje es el Reichstag, desde 1999 lugar donde se reúne el parlamento alemán. Goza de una historia muy completa: sede del II Imperio alemán en 1871 e incluso más tarde del parlamento de la República de Weimar en 1919. Para ir a visitarlo se debe de pedir cita previa (no es por temas Covid, es por la gran afluencia de turistas). De hecho como recomendación personal, la mejor hora para visitarlo es a primera hora de la mañana, cuando amanece el día. La causa de esta recomendación es que la parte superior es un complejo formado por cristales donde se puede ver toda la ciudad y los alrededores. Merece la pena subir y disfrutar de la estructura, pues en el medio se puede ver un juego de espejos que alimenta de luz natural la cámara del parlamento.
La siguiente parada la tenemos bien cerca del Reichstag, es la Puerta de Brandenburgo, situada en la Pariser Platz que tiene sus inicios en 1791. Como todas las grandes puertas de las ciudades, esta es una por las que se entraba a la ciudad y acabó siendo uno de los símbolos más icónicos de la ciudad. La estatua representada en la parte superior es la Diosa de la Victoria con una cuadriga. Esta estatua fue destruida en la segunda guerra mundial pero después fue reconstruida. En cuanto se construyó el muro, esta puerta quedó en tierra de nadie , solamente guardias armados tenían acceso a esta plaza.
El siguiente punto de la visita es uno de los lugares más respetados de la ciudad: el monumento al Holocausto. El diseño está hecho a partir de bloques de hormigón que se colocan en una plaza. Ninguno es igual, todos son diferentes tanto en altura como en forma. Por favor si vas a visitar este monumento ten el respeto que se le exige. No deja de ser un monumento a los judíos asesinados por los nazis y la verdad que la propia imagen de verlo ya impacta.
Después de mostrar nuestros respetos a los judíos caídos, seguimos la visita a la ciudad y nos vamos alejando de la plaza de París (Pariser Platz) y encontramos la Catedral de Berlín. El edificio llama la atención ya por su particular arquitectura. Erigido en 1895, después de muchas reformas y demoliciones llegó la segunda guerra mundial y acabó muy dañada. Ya en 1993 fueron las últimas reconstrucciones. Muy cerca de este lugar encontramos la isla de los Museos, que también es un punto turístico importante pero como de momento estamos de paseo por la ciudad, sigamos adelante.
Aquí ya vemos una torre bastante alta que destaca por su particular distribución con una bola en la mitad. Es la Torre de televisión de Berlín (Berliner Femserhturm), una torre de radiodifusión construida en 1969. Es una de las diez atracciones más visitadas de Alemania. Tiene 365 metros de altura y no solo funciona como antena, hay un restaurante en la parte superior que como podréis imaginar tiene un mirador y está disponible para celebraciones privadas.
Como último punto para ver en Berlín (hay muchos más pero esta visita será corta) es por supuesto el Muro de Berlín. Obviamente ya no está en pie, pero hay determinadas zonas en la ciudad donde aún quedan algunas de sus partes. Cada pared de muro ha sido pintada con diferentes escenas o firmas, entre las más destacadas es la que muestro en la siguiente fotografía. Aquí os dejo una experiencia personal sobre el muro. Según vas a las diferentes tiendas de souvenirs para comprar algún recuerdo, en la mayoría de tiendas venden lo que son trozos del Muro de Berlín. A primera vista te pasará como me pasó a mí, “Esto es mentira, es un timo para sacarnos dinero”. Quitando la doble moral de comprar regalos a precio exorbitado pero que sean recuerdos, he de decir que es verdad, esos pedazos pertenecieron al Muro. Hablando con españoles que vivían en la capital, me contaron la historia del dueño de dichas partes. El Muro de Berlín fue derribado el 25 de noviembre de 1975. El día 26 alguien se presentó en el vertedero cuando los barrenderos retiraban los cachos. El hombre compró todos los pedazos que pudo y los guardó. Empezó a venderlos a las diferentes tiendas y es lo que ahora podemos comprar. Esto es la definición perfecta de aprovechar el momento adecuado.
Ha sido una visita de mucho madrugar y mucho andar, pero aún nos quedan muchos puntos que visitar como Checkpoint Charlie, la Columna de la Victoria o la Torre de Radio de Berlín. En un día se puede visitar las tres cosas justas pero si puedes ir más tiempo, empápate de la historia que se ha vivido en estas calles y de la propia cultura alemana que es particular a la vez que atractiva.