Londres, capital de Reino Unido. Para aquel que no ha visitado esta ciudad, que sepa que tiene que ir con varios días para poder apreciar al menos la mayoría de su esplendor. Es una ciudad que está dividida en 5 subregiones (Norte, sur, este, oeste y central) en donde el idioma oficial es el Inglés aunque se llegan a hablar más de 300 idiomas diferentes. Es una de las ciudades más visitadas del mundo, con una historia de casi dos milenios. Para que nos hagamos idea de sus dimensiones, es el principal centro financiero del mundo, tiene hasta 43 universidades, 4 aeropuertos y es una de las capitales de la cultura mundial. Este reportaje será corto pero será un paseo por las zonas más emblemáticas y para que te deje ese sabor de boca para querer ir en persona en cuanto se pueda.
Empezamos por el centro de la ciudad, donde encontramos el Big Ben, a la orilla del río Támesis. Esta torre de reloj antes se le llamaba Clock Tower pero a partir de 2012 se le cambió el nombre a la Torre de Isabel (Elizabeth Tower). Contiene una gran campana en su interior, se sitúa al lado noroeste del Palacio de Westminster, donde se reúne el parlamento del Reino Unido. Aunque tiene el reloj de cuatro caras más grande del mundo, es la decimocuarta torre del reloj más alta del mundo. Es el símbolo por excelencia no solo de la ciudad, sino del país incluido. De hecho, algo que destaca también mucho en el Reino Unido es la vigilancia. Casi todo el país (por no decir todo) está controlado por un sistema de cámaras llamado CCTV. Pocas esquinas quedan sin vigilar en el país y menos en Londres.
Vamos caminando junto al Támesis, donde vemos diferentes barcos que circulan de lado a lado. Debido a la gran afluencia de gente, algunos de estos barcos los puedes pagar con el propio billete de viaje de metro. Suele ser un reclamo turístico, en mi caso lo recomiendo por darte un paseo a lo largo del río y así llegar a puntos que normalmente están lejos si vas andando. A orillas del río vemos otro de los símbolos más llamativos de la ciudad, el Ojo de Londres. Es la noria más alta de Europa y aunque no quieras entrar para disfrutar de las vistas, puedes verla desde casi cualquier punto de la zona. Cualquier lugar es bueno para sacar una fotografía que merezca la pena.
Seguimos avanzando y ahora nos paramos en lo que se llama Trafalgar Square (la Plaza de Trafalgar). Es una plaza de conmemoración de la batalla que ganaron los ingleses contra la flota francesa y española. Ahora es la plaza donde se hacen protestas políticas y donde se sitúa la galería nacional (The National Galery) cuya entrada es gratuita y alberga algunas de las obras más importantes como “Los Girasoles” de Vicent Van Gogh o “Baco y Ariadna” de Tiziano. En la plaza vemos también la columna del almirante Nelson. Tiene una leyenda interesante: este almirante perdió la vida a causa de una herida de batalla. Quisieron traer de vuelta su cuerpo a Inglaterra y para conservarlo lo metieron en un barril de Brandy. Los marineros acabaron bebiéndose dicho barril y el cuerpo llego más descompuesto de lo normal.
Nuestra siguiente parada está cercana pero a paso ligero. Es lo que llamaríamos la casa real inglesa, es decir, el Palacio de Buckingham. Lugar de residencia de la reina Isabel II. Es un palacio enorme que de hecho pertenece al pueblo inglés, no a la familia real inglesa. Está fuertemente vigilada por los guardias Galeses (Welsh Guards). Son los típicos guardias con sombrero alto negro y traje rojo. Son muy serios en su trabajo y están acostumbrados a que la gente se haga fotos con ellos. Como aviso a navegantes, no interactúes con ellos. A pesar de su gran paciencia, estos soldados están preparados para cualquier percance. Si vas con tiempo en Londres aconsejo asistir a la entrada del palacio en los cambios de guardia. Es un evento que causa mucha sensación, es atractivo a la vista aunque para los soldados es rutina de trabajo. Frente al palacio tenemos el Victoria Memorial, un monumento a la Reina Victoria. Tiene muchos elementos dignos de analizar como la Victoria Alada en la punta de la columna hecha de cobre, la estatua de la Reina Victoria entronizada o los cuatro leones a las esquinas que representan la paz, el progreso, la agricultura y la manufractura. Hay hasta sirenas y un hipogrifo, de ahí que haya que analizar cada segmento de monumento.
Para acabar esta parte del viaje recomiendo visitar uno de los barrios más variopintos de la ciudad: Camden Town. Es un barrio que según sales del metro y ves los primeros edificios ya ves el estilo tan diferente que reina en estas calles. No es un barrio con muchos monumentos que visitar, pero si que tiene muchas tiendas, calles y restaurantes que merecen la pena ser vistos .Se respira un ambiente artístico, musical, vibrante, sin lugar a dudas, una zona para pasar el día y gastarte alguna libra de más en arte o en probar las diferentes comidas de sus lugares. No quiero hacer un "spoiler" de esta zona, pues creo que merece la pena dejar este sabor en los labios para que puedas visitarlo tú mismo en cuanto podamos ser libres entre los países.