El 46% de las futbolistas en España están "preocupadas por las represalias" de quedarse embarazada

El sindicato de fútbol femenino FUTPRO presentó este miércoles un estudio propio sobre la maternidad en el fútbol femenino que desvela que casi la mitad de las futbolistas profesionales en España tienen preocupación por las posibles represalías que recibirían en caso de quedarse embarazadas.

Basado en la opinión de más del 40% de las jugadoras profesionales en España, el estudio revela datos que demuestran que existe una preocupación real por parte de las deportistas sobre la dificultad de conciliación entre la maternidad y sus carreras deportivas.

Actualmente, el 46% de las jugadoras están preocupadas por las represalias que pudiera tener su club si se quedan embarazadas, lo que les aleja la idea de dar ese paso si quieren seguir estando en el deporte de élite.

Más del 60% tiene miedo a que finalicen su contrato y más del 40% piensa que las discriminarían a la hora de jugar, el otro 40% siente que su club le podría bajar el sueldo si se queda embarazada, de ahí que se busque situar el embarazo "en el final de trayectorias deportivas".

En la actualidad, casi el 30% de las futbolistas descartan quedarse embarazadas para proteger así su carrera deportiva. Para FUTPRO es "preocupante" observar también que el 90% de las jugadoras profesionales sienten que es muy complicado conciliar ser deportista de élite con la maternidad, y el 100% de ellas piensan que es necesario que sus clubes implementen acciones para la conciliación entre la familia y trabajo.

Entre las dificultades que destacan las deportistas para compaginar ser madres con deportistas de élite se encuentra la gran preocupación de más del 40% de no volver al mismo nivel físico. El otro 40% de las jugadoras profesionales de nuestro país tienen miedo porque el salario mínimo hace que su economía sea demasiado inestable, y más del 20% sienten que hay muy pocos planes de conciliación por parte de las instituciones del fútbol.

El estudio, presentado en el NH Collection Constanza de Barcelona, muestra que en 2023, algo tan natural como el ser madre, aún resulta un hándicap para mujeres que deben, y quieren, mantener el equilibrio entre maternidad y el fútbol de élite.

La presidenta de FUTPRO, Amanda Gutiérrez, destacó que no hay ningún protocolo de maternidad en el convenio colectivo actual, y que es vital que en un convenio dirigido a mujeres se "regule" el embarazo y la maternidad.

"El objetivo es ayudar a las instituciones, clubes, federaciones nacionales, confederaciones y medios de comunicación a navegar por uno de los temas que más preocupan a las jugadoras profesionales. Los clubes también necesitan que el convenio sea claro y muestre las obligaciones de todos para estar preparados para casos de embarazo", apuntó Gutiérrez.

Desde la asociación afirman que es necesario tener protocolos de actuación que ayuden a las deportistas a hacer frente a todos los cambios que sucederán durante el periodo perinatal sin verse comprometido el rendimiento después del embarazo.

El sindicato ha presentado una propuesta para incluir en el Convenio colectivo de España acciones estratégicas que refuercen y enriquezcan las medidas que existen actualmente sobre maternidad.

Estas disposiciones específicas referentes a embarazo y maternidad por parte de FUTPRO son: habilitar zonas o habitaciones para la lactancia en los clubes. Que la madre pueda viajar con el bebé a las concentraciones. Que exista la figura del cuidador o guardería que pueda atender al bebé mientras la deportista está en sus entrenamientos, partidos o charlas.

Además, crear entrenamientos especializados durante el embarazo para evitar riesgos en la jugadora y en el feto, adaptados a cada momento del embarazo. También entrenamientos especializados después del parto, y que sean específicos para cada situación y que estas sesiones sean específicas y tengan en cuenta cada cuerpo para garantizar que la futbolista vuelva al campo al 100%.

Por último, FUTPRO pide, tras los resultados de este primer informe, un permiso retribuido para llevar al hijo a consulta médica y un permiso retribuido para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto.

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