El proceso electoral a la Asamblea General de la Federación Española de Bádminton (FESBA), iniciado el pasado 9 de septiembre, ha estado plagado de irregularidades, especialmente en la tramitación del voto por correo, cuyo plazo finalizó el 10 de octubre. Las denuncias se han acumulado, revelando errores que van desde la falta de remisión de la documentación hasta equivocaciones en los datos de los votantes, afectando la participación en las elecciones.
Uno de los principales problemas ha sido la no remisión de la documentación necesaria para ejercer el voto por correo, lo que ha impedido a muchos electores participar en el proceso. En varios casos, los votantes recibieron los sobres con las papeletas el mismo día que expiraba el plazo o nunca los recibieron, vulnerando su derecho fundamental a votar.
Además, se han detectado numerosos errores en las direcciones postales, lo que provocó que muchos sobres fueran enviados a lugares incorrectos o incompletos. Este fallo logístico ha generado una grave disfunción en el proceso electoral, obligando a la presentación de reclamaciones por parte de los afectados. A esto se suman errores en nombres, apellidos y números de identificación en los certificados necesarios para depositar el voto en las oficinas de correos, lo que añadió aún más dificultades al proceso.
En Andalucía, por ejemplo, se han presentado 21 reclamaciones ante la Junta Electoral por estos fallos, lo que constituye una grave infracción en un proceso que debe regirse por los principios de transparencia y equidad. Las irregularidades han sido comunicadas tanto al Consejo Superior de Deportes como al Tribunal Administrativo del Deporte, sin que hasta la fecha se haya recibido respuesta.
Los actores implicados exigen que se permita a los votantes afectados ejercer su derecho de manera presencial o que se les envíe la documentación de forma urgente, ampliando el plazo para que puedan votar. Estas reclamaciones ponen en evidencia una gestión deficiente por parte de la FESBA, cuya incapacidad para gestionar el voto por correo ha comprometido la transparencia y equidad de las elecciones.
Las denuncias subrayan que estos errores no son incidentes aislados, sino indicativos de una grave desorganización, con fallos repetidos que afectan especialmente a determinadas comunidades autónomas, lo que ha generado sospechas sobre la imparcialidad del proceso.
