Crece la acumulación de basura en el K2: "Lo hemos convertido en una pocilga"
El alpinismo vuelve a reabrir el debate sobre su masificación con montañas llenas de gente, accidentes provocados por la imprudencia, donde la naturaleza se convierte en la gran perjudicada
El K2 de Pakistán tiene la reputación de ser la montaña más difícil de escalar de todos los ochomiles y actualmente está viviendo una emporada de récord, con ascensos masivos que han dejado imágenes de escaladores apiñados que recuerdan al atasco en el Everest que dio la vuelta al mundo en 2019.
El pasado 22 de julio, por ejemplo, 145 montañeros alcanzaron la cima de la 'montaña salvaje'. Se trata del número más elevado de ascensos jamás registrado en la montaña paquistaní. Esta afluencia masiva, que puede ser vista como una bendición por la economía de Pakistán, no está exenta de consecuencias.
Las imágenes iban acompañadas por un duro texto: "Cada vez que volvemos de la montaña y sobre todo después de alcanzar la cima, posteamos nuestras imágenes muy orgullosos. Sí, 100% cima. Yo te pregunto. ¿También estamos orgullosos de toda la basura que dejamos atrás? Se supone que somos montañeros... ¿por qué le hacemos esto a la montaña? ¿No vamos a las montañas para disfrutar la naturaleza, su magia?".
La conclusión del mensaje tampoco deja lugar a dudas: "Es una gran pena que el K2, como otros ochomiles, lo hayamos convertido en una pocilga [...] Nosotros no somos montañeros, solo un simple grupo de estúpidos que escala montañas para satisfacer su ego, porque un montañero apasionado no le haría esto a la montaña. Yo no quiero herir sentimientos, pero lo que digo es la verdad".
El montañero y periodista español Sebastián Álvaro lo tiene claro: "Una verdad que muestra lo que está ocurriendo en ese oscuro negocio de las agencias nepalíes. Y al tiempo que se deja la montaña llena de basura se saca de un helicóptero a un enfermo francés para bajar a la princesa catarí y su ayudante. Esto es codicia, no hay nada de Alpinismo".