El FC Barcelona enfrenta un nuevo revés en su planificación deportiva. Los delanteros Dani Olmo y Pau Víctor, que hasta el pasado 31 de diciembre formaban parte de la plantilla azulgrana, han sido desinscritos oficialmente. El club catalán, sin embargo, no se da por vencido y ha solicitado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) una licencia especial para ambos, argumentando "fuerza mayor" como base de su petición.
La clave financiera detrás del problema
La situación se debe a la normativa de control económico impuesta por LaLiga, que exigía al Barcelona demostrar solvencia económica antes del 1 de enero para operar bajo la regla del 'fair play' financiero 1:1. La entidad debía presentar toda la documentación referente a los contratos con dos inversores de Oriente Medio y acreditar el cobro de un anticipo relacionado con la cesión de palcos VIP en el futuro Spotify Camp Nou.
Según el club, el ingreso de 100 millones de euros por esta operación estará disponible en aproximadamente 48 horas, pero el retraso en la transferencia ha complicado el proceso de inscripción.
El rol de LaLiga en el bloqueo
En un comunicado emitido el 31 de diciembre, LaLiga confirmó que el Barcelona no presentó ninguna solución alternativa que cumpliera con los requisitos económicos. Por esta razón, no solo negó la inscripción de Olmo y Pau Víctor, sino que procedió a dar de baja a los jugadores. Mientras tanto, el club recuperó al central Andreas Christensen, quien ocupaba temporalmente una plaza en la plantilla debido a la lesión del danés.
Una esperanza condicionada por la RFEF y LaLiga
El Barcelona confía en que, una vez recibidas las transferencias internacionales que acrediten el ingreso pactado, podrá justificar la solvencia financiera necesaria para inscribir a los dos jugadores. Sin embargo, esta inscripción llegaría fuera de plazo, lo que implica depender de la aprobación tanto de la RFEF como de LaLiga.
El futuro inmediato de Olmo y Pau Víctor
A pesar del contratiempo, el club mantiene el optimismo respecto a la integración definitiva de ambos delanteros en la plantilla. Mientras tanto, el caso subraya las dificultades económicas que aún enfrenta el Barcelona en su intento por equilibrar ambición deportiva y restricciones financieras.