Juan Saavedra tenía 17 años cuando empezó a notar un bulto en su muñeca izquierda. Acababa de ser admitido en el equipo de Balonmano de su ciudad donde jugaba en el extremo y de repente su mano empezó a perder la fuerza y los balones se le escapaban. Los médicos le confirmaron que algo ocurría: padecía un cáncer en el tendón que solo se podía atajar amputándole la extremidad.
“Durante tres días sentí que se me venía el mundo encima”, confiesa, pero también le llevó a la siguiente reflexión: “Si las circunstancias de mi vida cambian yo también puedo cambiar”.
Así que decidió seguir con un deporte que le apasionaba de niño, la natación, y a probar otra disciplina que le llamaba la atención como era el tiro con carabina. Pronto resulto evidente que había dado en la diana al elegir este deporte.
Llegó el momento de sus mayores logros
El tiempo solo le ha dado logro tras logro y hace pocos días se proclamó por séptima vez campeón de la Copa del Mundo en carabina libre tendido 50 metros R6. Se suma a su palmarés en la participación de cuatro Juegos Olímpicos, con su mayor logo en Londres 2012 donde se colgó la medalla de plata.
Ahora ha conseguido clasificarse para los Juegos de Tokio convencido de que conseguirá el oro.
“Esta vez no se me puede escapar”, se anima. No faltarán horas de entrenamiento en el campo de tiro de Cernadiñas Novas en Pontevedra además del simulador que tiene en su casa.