El Real Madrid sale vivo del Etihad tirando de garra y magia
Un Real Madrid bastante inferior en lo futbolístico consiguió un resultado que deja la eliminatoria abierta para la vuelta en el Bernabéu, tras un festival de goles emocionante y divertido
La cita en el Etihad Stadium era uno de los exámenes finales de la temporada para los hombres de Carlo Ancelotti. El Manchester City de Guardiola aguardaba en su fortín, sin haber recibido un solo gol en casa en toda la Champions, siendo casa donde más goles anotan los ingleses. Con la liga prácticamente ganada, la Champions es la asignatura pendiente del Real Madrid que, llegó tarde a los exámenes de junio y tendrá que salvar los muebles en septiembre.
El City salió a morder como perros en la presión a un Real Madrid dormido, en fase rem, que era incapaz de dar dos pases seguidos hacia adelante. El primer gol llegaría muy muy pronto, sin siquiera cumplirse el minuto 2 de encuentro, Mahrez en una gran jugada individual sorteando defensas en la frontal del área desde la banda hasta el comienzo de la media luna, colgó un centro a pierna cambiada que De Bruyne lanzándose al suelo en plancha aprovecharía, ante la pasividad del Madrid.
El gol del City les sacó del sueño con los gritos y el calor del estadio que sabía que podían hacer daño al Madrid. El objetivo del City era matar la eliminatoria en casa para que el Madrid no pudiese apelar a la magia del Santiago Bernabéu y las noches mágicas de Champions, como bien aclaró Guardiola en rueda de prensa previa al encuentro.
Eso intentaría el City por todos los medios que, sin mucho esfuerzo hacía mucho daño a la defensa de un Real Madrid que no era capaz de saber como defender el buen juego de pases veloz que planteó el equipo de Guardiola. Y todo seguirían siendo malas noticias, pues antes del minuto 20 el City sacó un centro desde la banda derecha con claridad que Alaba defendió poco contundente, quedando el balón muerto en el área. El balón lo aprovechó Gabriel Jesús que, con nervios de acero, batió a un Courtois algo tardío en la salida.
El Madrid estaba pasando por muy malos momentos, no era capaz de salir con el balón y todas las opciones blancas pasaban por el error del City tras el pelotazo en largo. Error que llegaría para fortuna de Ancelotti no aprovecharía el City que, en los pies de Mahrez tuvo el tercero, pero el extremo decidió tirar en lugar de pasar a Gabriel Jesús que entraba solo al segundo palo, golpeando en el lateral de la red.
El Madrid empezó a poder salir un poco más en largo con Benzema y Vinicius teniendo que buscarse la vida para luchar los balones y presionando la salida de Ederson. Presión que le hizo cometer algún fallo en la entrega al meta brasileño, dejando jugadas de peligro del Madrid, principalmente acercamientos que le hacían entrar en el partido. Como le hizo entrar en el partido también el buen centro de Mendy al área para que, el de siempre, esta vez con pierna izquierda sacara un remate ajustado imposible para Ederson, gol de Benzema y el Madrid se acercaba saliendo una vez más de la tumba.
Desde el gol hasta los minutos finales de la primera parte el Madrid pudo salir mejor al ataque, el City bajó un poco la intensidad debido al gol merengue y el Madrid podía tocar la bola con claridad atrás, pero sin crear peligro real sobre la meta del City que, en los últimos minutos apretó y obligó a Courtois a aparecer.
El paso por vestuarios vino mejor a unos que a otros pues, el City se reactivó en la presión y mentalidad que había tenido en la primera parte, mientras que el Real Madrid decidió dormir una siesta antes de salir, para volver a estar dormidos y sin gran intensidad. La dificultad se ampliaba más para el Madrid cuando Alaba tuvo que ser sustituido antes de entrar por problemas físicos. El City salió arrollador una vez más, mientras que el Madrid no era capaz de sacar con claridad el balón. En una nueva pérdida del Madrid por parte de Mendy que, más allá de su asistencia firmó un terrible partido, llegaría el tercero del City.
El recién entrado Fernandinho cortó el pase del francés a Vinicius, que dejó de presionar. El lateral brasileño superó muy fácil en banda a Mendy, metiendo un centro espectacular al segundo palo que Phil Foden aprovecharía para batir de cabeza a Courtois. El City celebraba el gol como un golpe anímico que dejaría muerto al Real Madrid. Mientras los madridistas en casa estaban molestos y debatiendo los errores del equipo, Vinicius rompió en dos con un gran amago a Fernandinho teniendo todo el campo para él. El extremo no falló, tras una gran carrera batió a su compatriota Ederson en el mano a mano y resucitó al Madrid una vez más.
Con el 3-2 en el marcador, y viendo el daño que el Madrid era capaz de hacer a la contra, Guardiola cambió el planteamiento y pasó a tener más el balón. Decisión que le costó algún tiempo llevar a cabo, pues con el 3-2 el partido se rompió por instantes en un recital de ocasiones para ambos equipos donde milagrosamente el marcador no se movió para ningún lado. Si algo debe de corregir el Madrid para la vuelta es la falta de intensidad, pues el último gol del City llegaría en una jugada de no estar en el partido o no tener garra.
Tras una larguísima posesión del City, Valverde cometió falta en el pico del área sobre un jugador del City, pero el balón quedó en las botas de Bernardo Silva. El colegiado parecía que había pitado falta, pero concedió ley de la ventaja, con la defensa cazando musarañas pensando que sería falta, Silva aprovechó para, con un disparo inapelable a la escuadra, poner el 4-2 en el marcador y que parecía el definitivo, un resultado que para muchos habría quedado así, pero no para el Madrid.
El City siguió dominando con balón y teniendo varias ocasiones sobre la portería de Courtois. El City pudo haber marcado muchos más goles al Real Madrid, con tiros al palo como el de Mahrez, antes incluso de su tercer gol, o la salvada de Carvajal bajo palos al disparo de Foden. Jugadas que pudieron haber rematado al Madrid como Guardiola quería, pero el Real Madrid aún seguía dando unos últimos coletazos, generando una buena falta lateral. El centro de la misma impactaría en el brazo de Laporte, claramente extendido, y le daba la oportunidad de acercarse, una vez más, al Madrid, desde los 11 metros.
Benzema era el seleccionado para los nervios de sus aficionados. El francés falló anteriormente dos penaltis ante el Osasuna y podría tener la mosca tras la oreja para este lanzamiento, pero, una vez más, Karim Benzema demostró por qué es uno de los mejores jugadores del mundo. Con toda la presión del Etihad y la situación, el francés lanzó al centro con una panenka que recordó al mejor Sergio Ramos.
Así, el Real Madrid sobrevivía hasta el pitido final, llegando vivo al Bernabeu con un 4-3 que, podría haber sido muchísimo peor, apelando a la magia de las noches de Champions para la remontada, con un espectacular City que sale vencedor del primer asalto.