El Real Madrid supera al F.C. Barcelona y crece en opciones para ganar la Liga (2-1)
Real Madrid y Barcelona protagonizaron uno de los clásicos más vibrantes de los últimos tiempos, con el resultado abierto hasta la última jugada del partido, y en el que cualquier resultado pudiera haberse producido.
Tras una primera etapa en la que los de Zidane fueron claramente superiores y logrando una ventaja de 2-0, en la segunda parte apareció la mejor versión del centrocampista argentino Lionel Messi, lo que permitió que los azulgranas acortaran distancias e incluso estuvieron muy cerca de lograr el empate.
Ya había avisado en las postrimerías de la primera mitad, con un saque de de esquina que casi entra directo en la portería de Thibaut Curtois, en el que hubiera sido el primer gol olímpico en la carrera del argentino.
El F.C. Barcelona marcó en el ecuador de la segunda parte, con un buen disparo de Mingueza, y que hizo albergar esperanzas de remontada para jugadores y técnicos azulgranas, que presionaron aún más en el último tramo del partido.
La táctica del Real Madrid en esta nueva dinámica del partido era salir en rápidos contragolpes para apuntalar y ampliar la mínima ventaja de la que disponían.
La emoción fue constante en esos últimos minutos a lo que se sumaba la lluvia, presente casi toda la noche en el estadio Alfredo Di Stéfano.
Además el Real Madrid sufrió la expulsión de Casemiro dejando a su equipo con 10, obligando a reforzar aún más el cierre numantino en defensa
Defensa que sobresalió esta pasada noche en el equipo madridista para lograr llegar a los últimos cuatro minutos de descuento que otorgó el colegiado Gil Manzano.
Incluso en el último minuto de partido pudo haber empatado el F.C. Barcelona en una falta desde el mediocampo en la que Messi buscó el remate de todo sus compañeros, incluidos el guardameta Teo Stegen que se sumó también para reforzar las opciones.
El balón llegó a Lenglet que la bajó de cabeza para que rematara el canterano Ilaix Moriba, impactando su disparo en el travesaño.
Tras el rebote, el balón acabó en Ter Stegen, que lo intentó con ambas piernas tras un rechace, pero sin lograr coger puerta.
El último intento en este acoso a la heroica fue de Jordi Alba, pero su disparo se marchó por encima del guardameta Cortuois.
Así llegó el pitido final de Gil Manzano, con varios jugadores azulgranas con sus manos en la cabeza por lo cerca que estuvieron de empatar y una exultante alegría de los madridistas por cómo se desarrolló el último tramo del partido y sumar tres puntos que le meten de lleno en sus opciones de ganar esta Liga con el "permiso" del Atlético de Madrid.