Stephen Curry y los Golden State Warriors ganan su cuarto anillo de la NBA en 8 años
Curry consiguió ser el MVP de las finales llevando a la gloria a los Golden State Warriors en el sexto partido, ganando por 90-103 contra los Boston Celtics
La mejor liga del mundo, sin lugar a dudas es la NBA. Anoche se volvió a hacer historia del baloncesto, con la nueva victoria y campeonato de los Golden State Warriors, liderados por el nombrado MVP de las finales, Stephen Curry. Fue en el sexto partido donde los de San Francisco doblegaron finalmente a unos Boston Celtics muy cansados, acusados de las cortas rotaciones y cantidad de partidos jugados en las finales de conferencia conta Miami Heat.
Curry lideró a los suyos en otro partido donde aparcó la nave nodriza en el TD Garden, para anotar la friolera cantidad de 32 puntos, con 6 triples. Su gran actuación unida a los puntos de Klay Thompson y la mala actuación de, un cansado, Jayson Tatum, le dio el cuarto anillo en ocho años a la franquicia de California. Un dato que solo consiguieron anteriormente los Bulls de Michael Jordan. Jugador al que Curry ha alcanzado, consiguiendo ser uno de los únicos en ganar 4 anillos, 2 premios de MVP y 1 MVP en The Finals.
El equipo de San Francisco suma con este trofeo Larry O'Brien 7 en total, sumados a los conseguidos en 1947, 1956, 1975, 2015, 2017 y 2018.
Este premio de MVP de las finales era uno de los únicos galardones que faltaban en el palmarés de Curry, pues no lo consiguió en 2015, donde el galardonado fue su compañero de equipo André Iguodala, ni en el doblete consecutivo de 2017 y 2018, donde fue Kevin Durant el jugador más destacado. El base rompió a llorar de emoción con el bocinazo final, sumando este premio de MPV de The Finals a sus otros 2 MVP de temporada regular.
Doy las gracias a Dios cada día por poder jugar este deporte al máximo nivel, con estas personas increíbles". "Al empezar la temporada nadie pensó que estaríamos aquí (...). Es increíble, es surrealista", declaró el jugador de Golden State, que lo pasó fatal cuando la franquicia "tocó fondo" en los dos últimos años, con su lesión y la de Klay Thompson.