El verano es una época exigente para nuestros vehículos, ya que deben enfrentarse a temperaturas capaces de poner al límite su mecánica y rodar sobre carreteras convertidas en un infierno. Por ello, Alquiber, empresa líder en el sector del renting flexible de vehículos para uso comercial e industrial en España, nos recomienda extremar las precauciones y observar los consejos y medidas -basados en el mantenimiento que la compañía realiza a todos sus vehículos antes de entregarlos a sus clientes- con los que será más sencillo hacer frente a los inconvenientes de la canícula. Entre ellos, revisar el sistema de refrigeración, el aire acondicionado y el estado de los neumáticos, así como el sistema de frenado, los niveles de aceite, agua, líquido de frenos, agua del limpiaparabrisas y filtro antipolen, que no sólo ayudan a conseguir que nuestro coche siempre esté dispuesto a ofrecernos su máximo rendimiento, incluso con los termómetros a punto de reventar, sino a mejorar la vida del conductor y pasajeros. Sin embargo, incluso tomando estas precauciones, nadie está libre de sufrir una avería o malfuncionamiento que, de no ser advertida a tiempo, puede ocasionarnos un problema y arruinarnos las vacaciones. Por eso, en su consola central, los vehículos cuentan con un código de señales luminosas, más o menos común a todos los modelos, dispuestos a avisarnos de la salud mecánica de nuestro coche. Especialmente en verano, es importante estar atentos a estos testigos, popularmente conocidos como chivatos, y hacer caso a lo que nos indican. Una vez más, los expertos de Alquiber te echan una mano, ayudándote a identificar y conocer el significado de los más relevantes en los días de calor extremo. En primer lugar, es importante saber que estos testigos avisan del nivel de peligrosidad de la alarma con un código de color igual al de los semáforos. Los avisos de color rojo son los más graves y exigen detener de inmediato -y con seguridad- el automóvil para analizar lo que ocurre, y avisar a un servicio de asistencia en carretera o a tu seguro en caso de ser necesario. Los de color amarillo no requieren inmovilizar el vehículo con tanta urgencia, aunque avisan de que no se debe demorar mucho una revisión del sistema indicado con ayuda profesional. En lo referido al color verde -también azul y blanco- se trata de un mensaje informativo que suele indicar normal funcionamiento, es decir, que su encendido no presenta peligro, pues no indica ningún tipo de avería. Los testigos a los que más atención hay que prestar en verano son: |