La entidad financiera Cajasur, integrada en el Grupo Kutxabank, ha cerrado 2022 con un beneficio neto de 23,9 millones de euros, según se ha expuesto este sábado en la reunión anual de directivos del grupo, celebrada en el Palacio de Congresos Kursaal de Donostia-San Sebastián.
Los resultados de Kutxabank han sido presentados por el presidente Anton Arriola, quien ha informado de unos beneficios netos de 330,5 millones de euros del Grupo, un 52,7% más que en 2021, con una aportación positiva de Cajasur de 23,9 millones, tras realizar una contribución fiscal superior a 430 millones de euros, a los que se ha sumado en 2023 el pago del nuevo gravamen a la banca.
Arriola ha valorado la capacidad de la entidad a la hora de afrontar las vicisitudes en 2022, un ejercicio en el que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha cambiado totalmente el curso de las previsiones económicas, condicionadas por la elevada inflación, que ha tensionado a familias y empresas, y ha generado una notable ralentización del crecimiento económico.
Mientras los mercados financieros han experimentado una importante volatilidad, que se ha traducido en "caídas en las valoraciones de los patrimonios gestionados, el sector de la banca ha continuado lastrado por la baja rentabilidad, que no permite cubrir el coste de capital, a pesar de la subida de los tipos de interés", ha añadido el presidente de Kutxabank.
En este contexto, Arriola ha subrayado que la apuesta de Kutxabank es incidir en el "crecimiento y en la diversificación de las fuentes de ingresos".
"No se trata de complicadas operaciones corporativas, que no se vislumbran. Tenemos oportunidades de fortalecer orgánicamente nuestras áreas de negocio, y en algunas ya se contemplan nuevos y ambiciosos planes de expansión. Tenemos también los recursos y las capacidades para afrontar estas oportunidades y con el objetivo de ir un paso más allá", ha manifestado Arriola.