Tras una intensa jornada anoche, el Congreso de los Diputados ha aprobado la ley para introducir nuevos impuestos a empresas energéticas y a la banca, quedando exentos de esto aquellos beneficios de las compañías con tarifas reguladas. Por otro lado, también se aprobó la ley que elimina el delito de sedición.
La redacción sobre el impuesto a las grandes fortunas ya fue enviada al Senado para completar su curso en las Cortes. Las únicas modificaciones que se realizaron sobre la proposición de ley fue la del gravamen del 4,8% a los intereses y comisiones de la banca, ya que se incluyó una propuesta para que el tributo afecta a la actividad económica que los bancos desarrollen en España, independientemente de ser un negocio nacional o extranjero.
Por el lado del gravamen energético, se excluirán los ingresos derivados de las actividades reguladas, por lo cual se modificó el texto original para que el impuesto no afecte los ingresos donde los suministros se mantengan a precio regulado: PVPC de electricidad, tarifa de último recurso (TUR) de gas, el GLP envasado y el GLP por canalización. Además, también se incluyó en la exoneración los ingresos regulados de redes de transporte y distribución de electricidad y gas natural, así como también asegurarse de que este impuesto sólo sea aplicado a la actividad de las empresas del sector que desarrollen su actividad en España.
En un principio, se pactó que estos impuestos tendrán vigencia hasta el año 2024, momento en el que se determinará si se convierten en impuestos permanentes tras evaluar su aplicación.
Además, en el texto final ya se incorpora la enmienda por la que se crea el impuesto a las grandes fortunas, donde aquellos patrimonios superiores a tres millones de euros no quedaran eximidos de las bonificaciones de los gobiernos regionales. Este gravamen será aplicado de la siguiente manera:
- Patrimonios entre 3 y 5,3 millones de euros – 1,7%
- Patrimonios entre 5,3 y 10,6 millones de euros – 2,1%
- Patrimonios superiores a 10,6 millones de euros – 3,5%
