El déficit mundial de financiación de la lucha contra el hambre ha alcanzado el 65% en 2023 para los países con las necesidades más urgentes --un 23% más que el año anterior-- según el informe '2024 Hunger Funding Gap', elaborado por Acción contra el Hambre (ACH) y cuya publicación ha coincidido con la Reunión Anual del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), que finaliza este viernes, 19 de enero.
El nuevo análisis de la financiación, realizado a través de los datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, revela que solo el 35% de los requerimientos de los países que se enfrentan a "niveles críticos de hambre" fueron satisfechos en 2023, lo que se traduce en un déficit de financiación contra el hambre del 65%.
"El mundo produce alimentos suficientes para todos y, sin embargo, cientos de miles de niños desnutridos mueren cada año de forma evitable", ha explicado el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué. El problema, según ha destacado, radica en la falta de "la determinación y la financiación necesarias para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU de hambre cero para 2030".
Para realizar este informe, Acción contra el Hambre identificó a 17 países que experimentaron niveles de hambre en 2022 y analizó cuánta financiación recibieron posteriormente en 2023. Se trata de Afganistán, Burundi, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Guatemala, Haití, Honduras, Kenia, Líbano, Madagascar, Malawi, Mozambique, Pakistán, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Yemen.
Tras definir los países y analizar la financiación recibida, la ONG realizó un cálculo de la brecha entre la necesidad y la respuesta global con el objetivo de "poner en relieve las decisiones de financiación que se toman después de que los donantes sean conscientes de la gravedad de la crisis del hambre".
En este contexto, las naciones con mayor déficit de financiación contra el hambre son Afganistán (72%), Burundi (76%) y la República Centroafricana (68%), seguidos de la República Democrática del Congo (69%), Guatemala (81%) y Haiti (66%). No obstante, el estudio refleja que la cantidad de ayuda financiera que reciben los países "no está necesariamente correlacionada con los niveles de hambre". Por ejemplo, en Honduras y Kenia el 24% de la de la población padece hambre a "nivel de crisis o peor". Sin embargo, Honduras tiene un déficit de financiación del 88%, mientras que Kenia tiene un déficit del 18%.
En todo el mundo, 783 millones de personas --más que la población de la UE y EE.UU. juntas-- padecen hambre, según la ONG. En comparación con los niveles anteriores a la pandemia, 122 millones de personas se enfrentan a esta realidad, principalmente a causa de los conflictos, el cambio climático y la desigualdad crónica.
LOS PAÍSES RECIBEN MENOS DE LA MITAD DE LA FINANCIACIÓN
El análisis también evidencia que aproximadamente un 88% de los programas relacionados con el hambre recibieron menos de la mitad de los recursos financieros necesarios. Solo el 12% obtuvieron más de la mitad de la cantidad solicitada, frente 35% de 2022 y el 43% de 2021.
De este modo, "mientras aumentan las necesidades, la financiación se reparte menos" y, como ha destacado Acción contra el Hambre, el porcentaje de recursos totalmente financiados en 2023 es nulo, comparado con el 3% del año anterior.
En este contexto, Longué ha destacado que el informe llega en un "momento crucial" pues, aunque en 2023 se produjo un "notable aumento" de la financiación para programas relacionados con el hambre, dicha ayuda "no llegó a cubrir las crecientes necesidades".
Ante esta situación, el CEO de Acción contra el Hambre en Estados Unidos, Charles Owubah, ha explicado que "se necesitarían 8.860 millones de dólares para financiar completamente los llamamientos relacionados con el hambre de los 17 países de este informe". Según la ONG, dicha cantidad equivale aproximadamente a la mitad de lo que se calcula que el público estadounidense apostó en la última Super Bowl.
A juicio de la organización, algunos de los países donantes prevén recortar sus presupuestos de ayuda en 2024. Por ello, en la reunión de líderes mundiales en Davos, "el hambre debe estar en la agenda", como ha destacado Owubah. "Debemos seguir la convicción de nuestra conciencia mientras reafirmamos que es posible acabar con el hambre para todos, para siempre", ha concluido.
Por todo ello, Acción contra el Hambre ha pedido a la comunidad internacional que priorice la financiación, plurianual y multisectorial, para que las organizaciones puedan planificar con antelación; dirigida directamente a ONG locales con experiencia y empleados en los lugares a los que sirven; "suficientemente flexible" para responder a necesidades que "cambian rápidamente", incluida la inversión en acciones anticipatorias, y una gama más amplia de donantes para una mayor estabilidad de los flujos de financiación.