El 15% de los adolescentes españoles reconocen que se dan casos de acoso escolar en las aulas, datos que se desprenden del “III Informe de Prevención del Acoso Escolar en Centros Educativos en Tiempos de Pandemia”, elaborado por Fundación ANAR y Mutua Madrileña. En el marco de la celebración del Día Escolar de la Paz y la No Violencia, que se conmemora el día 30 de enero, Macmillan Education busca paliar este problema durante 2022 a través de su prestigioso programa KiVa de prevención del acoso escolar.
A través de este, se ofrece una formación centrada en potenciar los valores, la educación emocional, el desarrollo de la empatía y la asertividad, entre otras acciones. Todas ellas ayudan a crear un entorno de bienestar que contribuye a la reducción del acoso y a la comprensión, por parte de todos los agentes escolares, acerca de la importancia que tiene la realización de esfuerzos para suprimir este tipo de situaciones.
“Si bien es cierto que la cancelación de la presencialidad en las aulas durante la pandemia redujo los casos de acoso, el regreso a la presencialidad hace que este 2022 volvamos a enfrentarnos a este grave problema. Por ello, queremos poner en valor la existencia de programas como KiVa, que han demostrado su eficacia en la construcción de un entorno libre de acoso en las aulas”, declara Raquel Pastor formadora certificada del programa KiVa.
El programa KiVa contra el acoso escolar es una herramienta eficaz que dota a todos los miembros de la comunidad educativa (alumnos, docentes y padres) de las herramientas necesarias para intervenir en este tipo de situaciones y ayudar a prevenirlas. En definitiva, KiVa ha ayudado a reducir las cifras de acoso en las aulas españolas en los últimos años, que se han visto reducidas de más de un 50% a tan solo un 15%.
Insultos, rumores y agresiones físicas, los tipos de agresión más frecuentes
Cuando hablamos de agresión en las aulas, debemos tener en cuenta que esta se manifiesta de diversas formas. Si observamos los datos de los últimos estudios, podemos observar como los insultos (86,3%), la difusión de rumores (46,9%) y los empujones (45,3%) son los que muestran una mayor prevalencia, demostrando además un incremento en las cifras respecto a años anteriores.
En este sentido, cabe destacar que las nuevas tecnologías han incrementado los canales y formas que adopta el conocido como ciberbullying. Tanto es así que, según los adolescentes españoles, más de 2 de cada 10 (24%) compañeros de clase han sufrido esta clase de acoso. Entre las redes sociales más empleadas, destacan algunas como WhatsApp (53,9%), Instagram (44,4%) o TikTok (38,5%), entre otras.
¿Qué es el programa KiVa contra el acoso escolar?
Presente en más de 100 colegios de toda España, el programa KiVa, avalado por el Ministerio de Educación de Finlandia, se sitúa como líder en la prevención e intervención en casos de acoso escolar en las aulas. Este sistema, evaluado en un ensayo realizado a 30.000 alumnos y los resultados reflejan que el 98% de las víctimas participantes en conversaciones con los equipos KiVa de las escuelas sintieron que su situación había mejorado, reduciendo así drásticamente los casos de acoso detectados.
El éxito de KiVa tras su implementación en el 90% de las escuelas finlandesas ha hecho que se exporte a otros países de nuestro entorno: Suiza, Holanda, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Italia, Suecia o Luxemburgo. En Este contexto, KiVa trabaja con un objetivo claro: educar y sensibilizar a toda la comunidad educativa de alumnos, padres y docentes sobre los diferentes tipos de acoso (verbal, físico, ciberbullying, …) y cómo detectarlos.
De esta manera, con el fin de adaptarse a todos los perfiles escolares, este programa se puede llevar a cabo en todos los centros españoles tanto en castellano, como en catalán y euskera, lo que permite una correcta adecuación y un mayor porcentaje de éxito en el mismo.
Raquel Pastor explica que “desde Macmillan Education estamos comprometidos con la mejora de las condiciones en las que se desenvuelven los niños españoles durante su infancia. La pandemia ha dejado graves secuelas en la forma en la que nos relacionamos y, por tanto, ha influido en las formas de acoso que predominan en las aulas, lo que pone de manifiesto la necesidad de ayudar a la comunidad educativa a frenar este tipo de agresiones”.