Un niño de 11 años ha sido el protagonista de esta historia. Lejos de pedir juguetes, a través de su carta ha querido lanzar un mensaje más importante, acabar con el acoso que sufre. En ella, cuenta que tras mudarse hace un año y medio le está costando adaptarse de nuevo.
Su madre, Laura, ha asegurado que ya se han puesto en varias ocasiones en contacto con el colegio para hacerles llegar el acoso que recibe su hijo y ponerle punto y final al problema. "El padre tanto de forma oral como escrita ha pedido al centro que se hagan cargo de este caso".
La carta la escribió el niño las pasadas Navidades, y está en el despacho del colegio desde el mes de junio. "Es un caso de acoso escolar silenciado", mantiene. "Cuando los padres advierten al centro de casos de bullying se levanta un muro muy alto de silenciamiento y las familias empiezan a sufrir el maltrato institucional".
La madre del pequeño ha explicado, que en los últimos meses se ha creado un protocolo de acoso escolar en el colegio, pero al que no se han podido sumar. Con la pandemia, la familia se mudó. El niño comenzó a sufrir insultos y mínimas agresiones y los profesores lo veían como cosas de niños. "La situación se ha alargado durante dos años".
