Los profesores en Andalucía podrían decidir si los alumnos con suspensos pasan de curso
A partir de la Ley Celáa (LOMLOE) del Gobierno de Pedro Sánchez, se están ultimando unas instrucciones por la Conserjería de Educación dirigidas a los Centros Educativos de Secundaria de Andalucía. Este nuevo reglamento afectará al actual modelo de evaluación y promoción del alumnado desde el próximo trimestre.
El sistema de evaluación hasta ahora vigente en Secundaria establece que un alumno podrá promocionar con hasta dos asignaturas pendientes, y excepcionalmente con tres. Sin embargo, este nuevo modelo propone que los alumnos puedan pasar de curso independientemente del número de asignaturas pendientes, siempre que mediante decisión del conjunto del profesorado se considere que el alumno en cuestión ha cumple los objetivos del curso y podrá hacerlo también en el próximo curso de manera satisfactoria.
Por su parte, la Junta de Andalucía en desacuerdo con este nuevo sistema ha calificado a los nuevos parámetros como ‘laxos’ y ‘muy subjetivos’. Por este motivo, va a elaborar una serie de instrucciones para “reducir su impacto en Andalucía”. El departamento que dirige Javier Imbroda considera que este planteamiento pervierte la llamada "cultura del esfuerzo”.
Una de las opciones que baraja la Conserjería de Educación para abordar este nuevo modelo establece que la decisión (sobre si un alumno con más de dos asignatura suspensas) para al final dependa "de una mayoría cualificada de dos tercios o tres quintos”. Esta propuesta nace de la Asociación de Directores de Institutos de Andalucía (Adian), que representa al 49% de los centros en la comunidad, y ha sido bien recibida por la Consejería de Educación, que la ha puesto en manos del gabinete jurídico para garantizar que sigue los mismos parámetros que la ley Celáa.
Todavía, no hay una decisión final tomada. Además el modelo que finalmente se decida establecer debe ser aprobado previamente por el gabinete jurídico de la Consejería de Educación. Algunos expertos explican que algunas de las propuestas pueden "bordear" el espíritu de la nueva ley para volver a implantar un sistema similar al que ya existe, basado en mayorías, pero no en una evaluación integral.