Dos agentes de la Guardia Civil fuera de servicio --el Sargento Samuel y el agente Fernando-- han salvado la vida de una bebé de apenas un año que se estaba asfixiando en un restaurante de Teruel.
Los hechos suceden el pasado domingo, 14 de enero, cuando estos dos agentes, pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, se encontraban comiendo con sus familiares en este establecimiento de la ciudad, cuando observan cómo entre dos mesas se concentra un grupo de personas con alto grado de nerviosismo, ha informado la Benemérita.
En ese momento, cuando los agentes se acercan, encuentran una bebé en los brazos de un hombre con evidentes síntomas externos de asfixia.
Entonces, los guardiaciviles se hacen cargo de la bebé colocándola sobre el antebrazo en ángulo de 45 grados y boca abajo, golpeándole la parte central de la espalda para ayudarla a expulsar el supuesto cuerpo extraño, pero con resultado infructuoso.
Acto seguido, al continuar sin respuesta y en estado inconsciente, optan por el masaje cardiorrespiratorio seguido de la maniobra 'frente-mentón' específica para bebés, tras lo que consiguen que poco después vuelva a respirar y a recuperar la consciencia.
De manera inmediata, se desplaza hasta el lugar personal médico en una UVI móvil, que traslada a la niña hasta el hospital Obispo Polanco para una explotación más exhaustiva.