El año 2023 fue extremadamente cálido y muy seco ya que se sitúa como el segundo más cálido desde el comienzo de la serie (en 1961), por detrás de 2022, y el sexto más seco, según el informe realizado por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
De este modo, 2023 tuvo carácter extremadamente cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 15,2°C, valor que queda 1,3°C por encima de la media de esta estación (tomando como referencia el periodo comprendido entre 1991 y 2020). Así, 2023 fue el segundo más cálido desde 1961, por detrás tan solo de 2022, que resultó 0,2°C más cálido que 2023. Los nueve años más cálidos de la serie pertenecen al siglo XXI.
En concreto, el año fue muy cálido en el sur de Galicia, oeste de Castilla y León, Extremadura y en el centro de Castilla-La Mancha, y resultó extremadamente cálido en el resto de la España peninsular. En Baleares y Canarias, fue extremadamente cálido en la mayoría de las zonas.
Las temperaturas máximas diarias quedaron en promedio 1,6°C por encima del valor normal, mientras que las mínimas se situaron 1,0°C por encima de la media, con una oscilación térmica diaria 0,6°C superior a la normal. En 22 estaciones principales, la temperatura media de 2023 fue la más alta de las respectivas series; en 29, la media de las máximas fue la más alta de la serie y en 17, la media de las mínimas fue la más alta desde el comienzo de las observaciones.
El año comenzó con un mes de enero normal, con una temperatura media en la España peninsular que estuvo 0,1ºC por debajo de la media del mes. Febrero fue también normal, con una anomalía de -0,4ºC. La primavera (periodo comprendido entre el 1 de marzo y el 31 de mayo) fue extremadamente cálida, con una temperatura media en la España peninsular de 14,2ºC, 1,8ºC por encima de la media de esta estación, por lo que fue la más cálida desde 1961.
El verano (periodo comprendido entre el 1 de junio y el 31 de agosto) tuvo un carácter muy cálido, con una temperatura media en la España peninsular de 23,4ºC, es decir, 1,3ºC por encima de la media de esta estación, el tercer verano más cálido desde 1961.
El otoño (periodo comprendido entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre) tuvo un carácter extremadamente cálido, con una temperatura media en la España peninsular de 16,3ºC, valor que queda 1,9ºC por encima de la media de esta estación. Se trató del segundo otoño más cálido desde el comienzo de la serie. Y diciembre fue en conjunto cálido, con una temperatura media sobre la España peninsular de 7,5ºC, 0,8ºC por encima de la media de este mes.
En 2023 hubo cuatro olas de calor en la Península Ibérica y Baleares y tres en Canarias. En julio hubo dos olas de calor en la Península y Baleares, entre los días 9 a 12 y 17 a 19. En agosto hubo otras dos olas de calor en Península y Baleares, más prolongadas e intensas, entre los días 6 a 13 y 18 a 25, con máximas superiores a 40,0ºC en gran parte del territorio.
En Canarias se registraron también dos olas de calor en agosto: entre los días 10 y 14, con más de 40,0ºC en todas las islas, y otra de menor intensidad, entre el 20 y el 24 de agosto. Hubo una tercera ola de calor en Canarias, entre el 2 y 17 de octubre, excepcional por su duración y por lo tardío de las fechas en las que se produjo.
AEMET destaca el episodio cálido, pero que no es ola de calor, que tuvo lugar en España entre el 15 de abril y el 10 de mayo, con temperaturas por encima de lo normal y que fueron las más altas de la primavera.
Las temperaturas más altas del año entre observatorios principales correspondieron a Valencia/aeropuerto (46,8ºC el 10 de agosto), Córdoba/aeropuerto (45,0ºC el 11 de agosto), Valencia (44,5ºC el 10 de agosto) y Granada/aeropuerto (44,3ºC el 9 de agosto). En once estaciones principales se registró en 2023 la temperatura máxima diaria más alta desde que hay registros, y en ocho se observó la mínima diaria más alta (la noche más cálida) desde el comienzo de las observaciones.
En 2023 hubo varios episodios fríos y entre los días 1 a 5 de marzo y 12 a 23 de mayo, tanto máximas como mínimas se situaron muy por debajo de las habituales para la época del año. Las temperaturas más bajas entre observatorios principales se dieron en Molina de Aragón (-15,8ºC el 28 de febrero), Puerto de Navacerrada (-11,6ºC el 28 de febrero), Soria (-9,6ºC el 24 de febrero) y Teruel (-9,0ºC el 30 de enero).
EL CUARTO MÁS SECO DEL SIGLO XXI
El año 2023 fue en su conjunto muy seco en cuanto a precipitaciones, con un valor de precipitación media sobre España peninsular de 536,6 litros por metro cuadrado, el 84% del valor normal en el periodo de referencia 1991-2020. Es el sexto año más seco desde 1961 y el cuarto del siglo XXI.
Fue entre seco y muy seco en la mitad sureste peninsular, áreas de Castilla y León, puntos de Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra y sur de Extremadura, y extremadamente seco en áreas de Cataluña, Comunitat Valenciana y Andalucía. Fue entre normal y húmedo en el centro peninsular, Galicia, noroeste de Castilla y León, oeste de Asturias, noreste de Cantabria, norte de País Vasco y Navarra y noroeste de Aragón.
En el archipiélago balear, fue entre seco y muy seco. En el archipiélago canario fue entre seco y muy seco, llegando a ser extremadamente seco en la isla de Lanzarote y el norte de la isla de Tenerife.
La precipitación acumulada en 2023 fue inferior al valor normal en prácticamente toda la Península y llegó a ser inferior al 75% en la mitad sureste peninsular y ambos archipiélagos. En contraste, la precipitación acumulada llegó a superar el 100% del valor normal en el centro peninsular, Galicia, noroeste de Castilla y León, en la cornisa cantábrica, con excepción de Asturias y en los Pirineos navarro y aragonés.
2023 comenzó con un mes de enero normal en cuanto a precipitaciones (el trigésimo primer mes de enero más seco desde 1961 y el décimo tercero del siglo XXI), un febrero muy seco (el noveno mes de febrero más seco desde 1961 y el sexto del siglo XXI) mientras que la primavera fue, en conjunto, muy seca en precipitaciones y la segunda más seca 1961, tras la de 1995. En Canarias también fue la segunda más seca detrás de la de 1961.
El verano resultó muy húmedo en cuanto a precipitaciones y fue el decimosexto verano más húmedo desde 1961 y el tercero más húmedo del siglo XXI, tras los veranos de 2010 y 2018. En Canarias fue el segundo verano más húmedo, tras el de 2015.
El otoño fue su conjunto húmedo, con una precipitación media sobre España peninsular de 243,6 l/m2, un 121% del valor normal del trimestre del periodo 1991-2020. Fue el decimoséptimo otoño más húmedo desde 1961 y el quinto del siglo XXI. Por el contrario, en Baleares fue el tercer otoño más seco desde 1961, detrás de 1983 y 1981.
Diciembre tuvo carácter muy seco en cuanto a precipitaciones y fue el décimo diciembre más seco desde 1961 y el sexto del siglo XXI. En Baleares fue el tercer diciembre más seco, detrás de 2015 y 1974.
Las máximas precipitaciones se produjeron en Vigo/Peinador (112,8 l/m2 el 25 de octubre); Tortosa (105,8 l/m2) y Valencia (86,0 l/m2) ambas el 2 de septiembre; Castellón/ Almassora (98,4 l/m2 el 25 de mayo) Santander/CMT, Bilbao/aeropuerto, Donostia/San Sebastián /aeropuerto que el 16 de enero registraron 94,6 l/m2, en los dos primeros y 88,0 l/m2 en el último; Madrid/Cuatro Vientos y Guadalajara que registraron 91,2 l/m2 y 86,4 l/m2 el 19 de octubre y que constituyen los valores más altos de su series.
En cuanto a la precipitación total anual en las estaciones principales destacan los 2.341,6 l/m2 acumulados en Vigo/Peinador; los 2.045,5 l/m2 en Donostia/Sebastián/aeropuerto; los 1.951,7 l/m2 en Hondarribia/Malkarroa; los 1.928,1 l/m2 en Santiago de Compostela/Labacolla y los 1.878,0 l/m2 acumulados en Pontevedra.