En una entrevista este miércoles en Onda Cero recogida por Europa Press, ha detallado que él tampoco dispone de avales por valor de 2,7 millones, la cantidad en la que el tribunal ha fijado su responsabilidad: "Es imposible que podamos llegar a estas magnitudes. Habrá que ver qué soluciones hay".
"Hay que ver si las campañas de solidaridad que en otros momentos han funcionado en Cataluña vuelven a funcionar y hay que ver cuál es también la posición del Govern", ha añadido.
Aun así, ha dicho que no va a pedir aportaciones a la ciudadanía y ha recordado que las campañas de solidaridad son una iniciativa de las entidades soberanistas: "No es mi misión ir pidiendo dinero a la gente, por supuesto".
VIAJES AL EXTRANJERO
Como presidente de la Generalitat --ha detallado-- fue al extranjero para explicar sus ideas sobre Cataluña y su "situación", en ejercicio de su derecho a la libertad de expresión.
"Si eso mismo yo lo explicaba en Madrid, no era perseguido. Si lo explicaba en Nueva York, era perseguido. ¿La libertad de un ciudadano, en este caso español, es distinta en Madrid que en Nueva York?", ha lamentado.
Ha afirmado que todo el gasto por esos viajes fue fiscalizado y que la acción exterior es competencia de la Generalitat, y ha lamentado que el Tribunal de Cuentas lo esté fiscalizando: "Yo a eso le llamo persecución".
Preguntado por la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno, ha defendido que para resolver el conflicto hay que ir tratar las "cuestiones de fondo" del conflicto y no las colaterales, en sus palabras.
"Si hay voluntad, hay solución, pero tiene que haber mucha voluntad y mucho coraje político", ha añadido.