Cataluña celebra su anual Diada con un fuerte protagonismo en la división de los diferentes partidos políticos independentistas a lo largo de los últimos años. La celebración conmemora el quinto aniversario desde el pasado 1-O de 2017, que ha generado una notable desunión.
La más notable y palpable es la separación de posturas entre ambos partidos en el poder del Gobierno catalán, con ERC y Junts, en diferentes problemáticas o temas, como es la gestión de la independencia de Cataluña y el cumplimiento de los pactos alcanzados para llevar a cabo la investidura de Pere Aragonès como presidente de la comunidad catalana. A estos se le suman las diferentes opiniones y posturas de estos partidos en relación con la Diada.
Por su parte, la ANC realizó un manifiesto de convocatoria tras señalar "la victoria del 1-O y la mayoría independentista en el Parlament no se pueden malgastar en mesas de diálogo y trifulcas internas". Además de criticar la inactividad de los partidos al poder, declarando que "se ha acabado esperar algo de los partidos", criticando la mesa de diálogo.
Pere Aragonès ha decidido no asistir debido a que considera que la manifestación se ha convocado contra los partidos y el Govern. De la misma forma, los consellers de ERC del Ejecutivo catalán y los máximos dirigentes del partido tampoco asistirán. "Este año la dirección de la ANC ha optado por excluir una parte muy importante del independentismo, dividirlo y hacerlo pequeño", criticó la ejecutiva de ERC.
El presidente de la Generalitat ha limitado su participación en el importante día catalán a la subida de un tuit conmemorativo del día donde indica que "Cataluña volverá a votar. La independencia es el único camino para alcanzar el país justo, próspero y libre que queremos". Mientras que, por su parte, Junts sí ha participado activamente en la Diada, a la que asistirán sus principales dirigentes, como el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró.
