En verano, todos los años, se reaviva la misma batalla: conseguir la primera línea de playa. Esta puede ser cara en tres municipios de Málaga, donde ha habido multas de hasta 300 euros por dejar la toalla y la sombrilla a primera hora y marcharse.
Torrox, Málaga. Es primera hora de la mañana y ya se ven dos tumbonas en primera línea de playa, ambas solas y sin dueño. Si nadie las ocupa, la Policía Local las confiscará y tramitará una multa.
Sin embargo, esto es algo con lo que algunos no están de acuerdo. "Que tengas tu silla y tu sombrilla y que te lo quiten y encima te multen con 300 euros, no es normal, no", explica a TVE un hombre que anda por el paseo marítimo. Otros, sin embargo, consideran que colocar la sombrilla no es sinónimo de territorio conquistado y no ven con malos ojos sancionar este tipo de actuaciones. "El que venga, que se quede, y si no, pues que se quede en su casa", dice una mujer en la playa.
Una medida que ya se ha aplicado en otros municipios
Este es un debate recurrente que se repite cada año y que muchos ayuntamientos han zanjado con ordenanzas para aprovechar el espacio en días en los que haya mucha afluencia de turistas. "Realizamos una fotografía y hacemos un seguimiento por si la persona ha tenido algún imprevisto", explica a TVE un oficial de la Policía Local de Torrox, que dice que si pasan 45 minutos o una hora y no han llegado los dueños, retiran los artículos de la playa. Desde allí los llevan al almacén municipal, donde tienen 10 días para recogerlos antes de que se destruyan.
Este es un sistema que también se ha aprobado en otras localidades como Gandía (Valencia) o Torrevieja (Alicante), y que tiene a muchos bañistas en pie de guerra a pie de playa. De hecho, el verano del año pasado fue implantada en Cullera (Valencia), con sanciones desde 750 hasta 3.000 euros, bajo una ordenanza en la que quedaba prohibido "ocupar por particulares la zona comprendida entre la plataforma de los Puntos de Playa Accesible y el mar".
Lo mismo ocurrió en Oropesa del Mar (Castellón) en el verano de 2020, cuando los aforos de las playas estaban limitados por las restricciones del coronavirus. Entonces, el Ayuntamiento de la localidad implantó multas de hasta 750 euros por poner dejar la sombrilla y la silla vacía en primera línea de playa.