La Comunidad Valenciana lidera la menor incidencia acumulada del país por más de un mes

La Comunidad Valenciana ha pasado en menos de tres meses de convertirse en la mayor tragedia de España en la tercera ola a ser señalada como un ejemplo a seguir por los expertos por su gestión de la pandemia. El 27 de enero, más de 1 de cada 100 valencianos estaban contagiados de coronavirus. Ahora, la región encadena 36 días como la autonomía con menor transmisión de todo el país -40,02 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas-. Y además lleva 38 jornadas consecutivas en nivel de riesgo "bajo".

Principalmente, el este hecho se debe a tres factores fundamentales una combinación de restricciones duras, un nutrido equipo de rastreadores y una población que cumple y que todavía tiene presente la tragedia del primer trimestre. "No siempre es fácil de atribuir [la situación] a causas directas. Sin embargo es cierto que la Comunidad Valenciana ha sido muy prudente en el manejo de las medidas de prevención", cuenta Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas).

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunciara ayer un alivio en las medidas de prevención, la hostelería cerraba a las 18 h de la tarde y los comercios a las 20 h, los horarios más restrictivo de todo el país. A partir del lunes ambos tipos de negocios podrán abrir hasta las 22 h, la misma hora en la que empieza el toque de queda. Además, las reuniones siguen limitadas a seis personas en espacios públicos y a dos grupos de convivientes en privado. 

Sin duda, se trata de una gestión ejemplar donde se confirma que le colaboración social y la política, dan resultados a largo plazo. Siguiendo el ejemplo de la Comunidad Valenciana el país podría estar más cerca de este mal sueño causado por la COVID-19.