La revista 'Nature Catalysis' ha publicado los resultados del trabajo en el que describen que estas proteínas reducen los microplátricos a sus componentes esenciales, lo que "permitiría su descomposición o su reciclaje", informa el BSC en un comunicado este lunes.
Los autores han usado una proteína de defensa de la anémona de fresa (Actinia fragacea), a la que le han añadido tres aminoácidos que funcionan como tijeras capaces de cortar pequeñas partículas de PET a través de un diseño con métodos computacionales.
El aprendizaje automático y los superordenadores como el MareNostrum 4 del BSC usados en esta ingeniería de proteínas permiten "predecir dónde se van a unir las partículas" y, así, los investigadores saben dónde deben colocar los nuevos aminoácidos para que puedan ejercer su acción.
Es bastante similar a la de la enzima PETasa de la bacteria Idionella sakaiensis, capaz de degradar este tipo de plástico y descubierta en 2016 en una planta de reciclaje de envases en Japón.
Los resultados indican que la nueva proteína es capaz de degradar micro y nanoplásticos de PET con "una eficacia entre 5 y 10 veces superior a la de las PETasas actualmente en el mercado y a temperatura ambiente".
El diseño actual ya puede tener aplicaciones, según los investigadores, pero "la flexibilidad de la proteína, al igual que la de una herramienta multiusos, permitiría añadir y probar nuevos elementos y combinaciones".