Desde el comienzo del reinado de Felipe VI hace ahora casi ocho años, el monarca ha tratado de alejarse con el trono su padre, sobre todo estos últimos dos años cuando los escándalos en torno al rey emérito y las causas judiciales comenzaron a acumularse.
El actual monarca ha intentado demostrar con hechos la diferencia en su modo de reinar con el de su progenitor y el último de ellos ah sido este pasado 25 de abril que, desde Transparencia y tras haber otorgado desde el Ejecutivo herramientas a la Casa Real para poder mejorar su imagen institucional, el rey Felipe VI hace público su patrimonio personal, que se eleva a algo más de 2,5 millones de euros.
Desde Zarzuela, reivindican que desde la proclamación de Felipe VI se "inició el camino de la modernización de la Corona para hacerla más merecedora del respeto y de la confianza de los ciudadanos bajo principios de ejemplaridad, rectitud e integridad en sus comportamientos".
De la misma manera, Don Felipe también se ha referido a la situación de su padre Don Juan Carlos, aunque sin mencionarle directamente, a cuya herencia renunció en marzo de 2020 tras saltar a la luz su relación con la Fundación Lucum y la Fundación Zagatka antes de que la Fiscalía abriera la primera investigación en su contra en junio de ese mismo año.
En su mensaje navideño de 2020 sostuvo que los principios éticos y morales "nos obligan a todos sin excepciones" y "están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares", haciendo referencia, al parecer, a los problemas de su progenitor con la justicia.
También se vio reflejado el último discurso de Navidad. Las instituciones, aseveró, incluyendo entre ellas a la Casa Real, deben asumir las obligaciones que les han sido encomendadas, "respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral".