Una "espectacular" bola de fuego, detectada por el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y numerosas personas, sobrevoló Castilla-La Mancha en la medianoche del 24 de julio.
La mayoría de estos testigos, que inmediatamente se hicieron eco del fenómeno en redes sociales, se encontraban en las zonas centro y sur del país. Este bólido se produjo al entrar en la atmósfera terrestre a gran velocidad una roca procedente de un asteroide.
Fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en el Complejo Astronómico de La Hita. Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto SMART, que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
También ha sido grabada por los detectores que este mismo proyecto de investigación tiene instalados en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sevilla y Madrid (Universidad Complutense), según ha informado la Fundación Astrohita en nota de prensa.
Este fenómeno ha sido analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó la bola de fuego entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 75 mil kilómetros por hora y procedía de un asteroide. El brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 85 kilómetros sobre el sur de Ciudad Real.
Concretamente, se inició sobre la vertical de Sierra Morena y casi en el límite entre las comunidades de Castilla-La Mancha y Andalucía. Desde allí avanzó en dirección sureste, finalizando a una altitud de unos 34 kilómetros sobre la localidad de Ibros, en la provincia de Jaén. La gran luminosidad de la bola de fuego hizo que se pudiera ver desde más de 500 kilómetros de distancia.