Extremadura registra la tasa de incidencia más baja de toda de España. Las medidas establecidas, los confinamientos perimetrales y los test han sido claves para el territorio extremeño que, en apenas dos meses, ha situado su tasa cerca de los 50 casos por 100.000 habitantes.
A principios de año, nada esto parecía que pudiese ocurrir. Más bien lo contrario. Extremadura se situaba como la comunidad que más casos Covid tenía de toda España; en concreto, 1.400 por 100.000 habitantes.
Desde las tierras extremeñas aseguran que este cambio ha sido ejemplar y parte de ello lo tienen los ciudadanos. Los extremeños han sabido adaptarse a las medidas impuestas por las autoridades, respetando el toque de queda y comprometiéndose con la labor que este maldito virus suponía.
El esfuerzo y la responsabilidad han brillado por bandera entre los extremeños que, dos meses después, ven la vuelta a la normalidad más cerca, cosa que con la llegada del nuevo año ni se imaginaban.
Las autoridades extremeños ya se están empezando a platear la flexibilidad en los horarios y a dar un poco más de ‘pie’ en algunas actividades. Los buenos resultados llenan a Extremadura de optimismo, aunque siempre con la idea de no bajar la guardia ante posibles rebrotes.
Cinco de las ocho áreas de salud en las que se divide Extremadura se sitúan por debajo de los 50 casos por cada 100.000 habitantes. Tan sólo Mérida, con 110, se sitúa por encima de los cien casos, cifra que sigue siendo muy inferior en comparación a la de otras comunidades.
El gobierno extremeño cree que esta rápida y buena evolución se ha debido principalmente a tres grandes medidas: Fijar el toque de queda a las 22 horas, aislar a toda la población en cada uno de sus municipios y, finalmente, cerrar toda la actividad que no era esencial (hostelería y comercio).