Las familias monoparentales se verán ayudadas por el Plan Corresponsables, con el que recibirán ayuda para el cuidado de los hijos
“Las familias monomarentales han sido de las más afectadas en la pandemia”, dice Carmen Flores Rodríguez, presidenta de la Federación de Familias Monomarentales (FAMS). Según recoge el estudio Género y Pobreza: determinantes sociales de la salud y el acceso a servicios sociosanitarios de las mujeres, elaborado por EAPN, el 81,1% de los casi dos millones de hogares monoparentales están encabezados por una mujer.
Las madres que sostienen ellas solas a un hijo y al hogar tienen más dificultades para conciliarlo con el trabajo, suelen tener un salario más bajo que los hombres, por lo tanto, están más expuestas a la pobreza.
La pandemia ha provocado una crisis diferencial: el 87% vio empeorar su situación personal debido a su situación laboral y el 27% aseguraba, ya desde ese primer momento, no poder hacer frente a los gastos de alimentación.
Muchas madres salen adelante gracias a las reducciones de jornada y a la ayuda de los padres, hermanos... esta es la situación de Raquel Villalobos, “Me gusta darle a mi hija las mismas comodidades que yo he tenido y muchas veces es complicado con un solo sueldo. He tenido que reducir mi jornada laboral para poder conciliar y la bajada de sueldo se nota a final de mes”
El 9 de marzo se aprobó el Plan Corresponsables con el que las familias con hijos de hasta 14 años tendrán acceso a cuidadoras. Tendrán prioridad “familias monoparentales, víctimas de violencia de género y de otras formas de violencia contra la mujer, mujeres en situación de desempleo de larga duración, mujeres mayores de 45 años o unidades familiares en las que existan otras cargas relacionadas con los cuidados”.
El próximo 10 de abril se pone en marcha el plan con un reparto de 190 millones de euros a las comunidades autónomas. Según Graciela Malgesini la filosofía subyacente del plan se corresponde con la que viene defendiendo EAPN España. Aunque el plan puede beneficiar a los hogares monoparentales, la realidad es que este es un plan que no está dirigido solamente a este tipo de hogares. Por eso EAPN solicita que existan criterios homogéneos para acceder a estas bolsas de cuidados a domicilio, con independencia del territorio.
A pesar de todo, Carmen Flores solicita prudencia, “Muchas veces se tienen buenas intenciones, pero no se tiene en cuenta la realidad monomarental, y a la hora de acceder a los recursos hablan de hogares o unidades de convivencia (personas que viven en una misma vivienda) y se olvidan de lo que realmente son estas familias, como es el caso de aquellas más vulnerables que por su situación económica se ven abocadas a convivir con otras personas y compartir vivienda o alquilar habitaciones para poder sobrevivir”
Marta Saiz considera que “Buena parte de las dificultades de conciliación o para atender correctamente las necesidades de cuidado, así como el impacto desproporcionado que tienen actualmente las mismas sobre la salud y la vulnerabilidad económica de las personas cuidadoras (habitualmente mujeres), se mitigarían de forma considerable si esta corresponsabilidad entre hombres y mujeres fuera una realidad”