El pasado 9 de julio, entró en vigor la nueva Ley General de Comunicación Audiovisual en la que se recogen varias obligaciones para los conocidos como "influencers" o creadores de contenido. En la actualidad, son vistas como las nuevas celebridades ya que miles de personas visualizan todo lo que hacen, por lo que también conlleva una gran responsabilidad.
Desde hace unos años, la respuesta de que quieres ser de mayor ha cambiado, ahora los niños ya no quieren ser futbolistas, quieren ser "influencers". Este cambio se debe a que hoy en día los creadores de contenido, como bien indica su nombre, tienen la capacidad de influenciar en las personas, sobre todo a los jóvenes y por eso era necesario que su actividad se regulara.
Estas personas, suelen subir a redes sociales todo tipo de contenido. Pueden transmitir entretenimiento, un seguimiento de sus vidas o también trasladar opiniones. Aquí es donde está el peligro. Al igual que los medios de comunicación, o que cualquier institución, es necesario regular este tipo de prácticas para que no se condicione o se haga un abuso de poder.
Aquí es donde entra la Ley 13/2022, de 7 de julio, General de Comunicación, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde entre muchas cosas se recoge una serie de principios basados en la obligación de transmitir una imagen respetuosa de personas con discapacidad al igual que la protección del usuario frente a contenidos que atentan contra la dignidad de las mujeres o la veracidad de la información.
Además, a partir de ahora tendrán que constar en un nuevo registro que dependa del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Eso significa que tendrán la obligación de hacer contenidos que respeten la dignidad humana y los valores constitucionales, promover una imagen sin estereotipos de cualquier persona y apoyar la alfabetización mediática.
A su vez, los "influencers" tendrán que seguir una serie de directrices y obligaciones referidas a su conducta además de que tendrán que prestar especial atención en cómo influyen en el desarrollo físico, mental y moral de los menores de edad.