Tras 8 años de trabajo, un pastor belga no ha encajado bien con la jubilación. A través de una asociación que busca familias para perros empleados en labores de seguridad, fue adoptada por un vecino de Lugo después de alcanzar la edad para jubilarse.
Iris, la perra policía retirada, se dedicaba a la detección de explosivos. Echaba de menos la vida en activo, por lo que decidió escaparse para rencontrarse con sus antiguos compañeros.
El can logró abandonar el hogar mientras que su nuevo dueño realizaba gestiones en la calle. A través de avisos a la policía y anuncios por las redes sociales fue que dieron de nuevo con Iris, quien se encontraba jugando con otros perros en el centro de la ciudad. Al ver a la patrulla, decidió personarse y sentarse en posición de servicio al lado de los agentes, comportándose como lo hizo durante 8 años.
Iris ya se encuentra en casa y su dueño no descarta llevarla de visita al que fue su centro de trabajo, ya que su vocación no se olvida tan fácilmente.