Manifestación en 44 ciudades contra la exclusión de los perros de caza de la ley de bienestar
Organizaciones animalistas se manifestarán este domingo 5 de febrero en contra de la enmienda impulsada por el grupo parlamentario socialista para excluir a los perros de caza y de trabajo del proyecto de ley de protección, derechos y bienestar animal al considerar que todos los perros son iguales ante la ley y, por tanto, merecen el mismo trato.
Con el lema '#MismosPerrosMismaLey, la manifestación, convocada por la Plataforma Nacional Plataforma NAC (No a la Caza con Galgos y Otras Razas) en 44 ciudades españolas, contará también con la participación y apoyo de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APPDA).
Además, más de 25 caras conocidas del ámbito del periodismo, la música, la literatura, el cine, el teatro, el deporte y la política se han unido en un vídeo bajo el lema '#MismosPerrosMismaLey para exigir que el proyecto de ley de bienestar animal que tramita el Congreso de los Diputados no excluya a los perros de caza y de trabajo de la protección de esta norma, tal y como ha propuesto el PSOE a través de una enmienda.
La campaña ha sido lanzada por la Plataforma No a la Caza con perros, que se manifestará para defender tal reclamación el próximo domingo, 5 de febrero, a las 12.00 horas en 44 ciudades de toda España. En Córdoba capital la manifestación se efectuará en la Plaza de las Tendillas.
En su reivindicación #MismosPerrosMismaLey han recabado el apoyo de periodistas, actores, escritores, comunicadores y músicos que exigen la retirada de la enmienda del PSOE para dejar fuera a estos perros.
Así, participan en el vídeo para exigir la retirada de la enmienda presentada por el PSOE al proyecto de ley emanado del Consejo de Ministros, Susana Griso, Julia Otero, Fernando Tejero, Iñaki López, El Gran Wyoming, Sandra Golpe, Manolo García, Nathalie Seseña, Ana Polvorosa, Sandra Sabatés, Pilar Eyre, Pilar Rahola, Hombres G, Aleix Espargaró, Daniel Pérez Prada, Josefina Palomares, Eva Isanta, Daniel Guzmán, Carlos Rodríguez, Topacio, Conchita, Pilar Eyre, Ana Francisco, Cristina del Valle o Marc Gené.
La plataforma argumenta que excluir a los perros de los cazadores en la nueva ley de protección, derechos y bienestar animal supone discriminar a los perros por la actividad que ejerzan, lo que supone un "retroceso y puro racismo obsoleto".
En ese sentido, los convocantes consideran que no tiene ningún sentido que unos perros queden protegidos y amparados por ley y otros no, algo que supondría perpetuar el maltrato animal en España. "Una Ley debe ayudar a avanzar a una sociedad y no mantenerla impune a las injusticias", apunta la organización en un comunicado
Por su parte, la APDDA ha destacado en un comunicado que la manifestación de la Plataforma NAC tiene "mucha relevancia" porque se produce en unas semanas decisivas para la aprobación o no de una ley estatal de protección animal que excluye a los perros de caza y a otros animales considerados "auxiliares".
Para los parlamentarios animalistas en una "sociedad moderna del siglo XXI no se puede permitir que se desproteja precisamente a los animales que más protección necesitan".
Así, han confirmado su asistencia Vanessa Angustia, exsenadora por Madrid; Joan Comorera, exsenador de Barcelona; Chesús Yuste, exdiputado por Zaragoza y coordinador de la asociación; Isabel Salazar, exdiputada de La Coruña y fundadora de APPDA y el exdiputado por Huesca, Jorge Bail.
Cada mes de febrero, la Plataforma NAC (No a la Caza) convoca a nivel estatal una manifestación para promover y concienciar sobre el fin de la caza y en particular la caza con perro.
APPDA recuerda que España es el único país de la Unión Europea donde aún está permitida la caza con galgos y podencos y afirma que estas razas son especialmente castigadas por el "tiempo de vida útil" que tienen, y las formas de acabar con los individuos que ya no quieren son especialmente crueles.
La asociación afirma que los criadores ilegales y los cazadores mantienen rehalas enteras en bunkers, zulos, cuevas e instalaciones de difícil acceso o poco transitadas, lo que les convierte en seres invisibles, excluidos de cualquier consideración estadística. "Esta actividad clandestina, pero de sobra conocida, es posible gracias al concepto de herramienta que la sociedad, sobre todo en ámbitos rurales, posee de los llamados lebreles", denuncia.