La marcha del Orgullo LGTBI en Madrid, con aforo limitado a 25.000 personas, será la más concurrida de la pandemia
La marcha estatal del Orgullo LGTBI de mañana sábado en Madrid será, según todas las previsiones, la manifestación más concurrida en España desde el 8M de 2019, justo antes de declararse la pandemia del Covid-19, aunque no contará este año con carrozas ni escenarios y sí con mucha vigilancia y despliegue policial.
En principio la marcha estará limitada a un aforo de 25.000 personas, las mismas cifras que dio la Delegación del Gobierno como participantes en la concentración en contra de los indultos a los separatistas condenados por el 'procés'. Sin embargo, esa cifra podría aumentar si se van sumando personas a la misma y vistos los antecedentes prepandémicos, con cifras entre el medio y el millón de asistentes.
La manifestación saldrá de la glorieta de Carlos V, más conocida como de Atocha, a las 20 horas y finalizará en la plaza de Colón a las 23 horas. De común acuerdo, y dada la situación sanitaria por la pandemia, los convocantes, FELGTB y Cogam han desarrollado un completo protocolo sanitario encaminado a observar el estricto cumplimiento de las medidas sanitarias y de prevención en vigor para reducir los riesgos de transmisión de la Covid.
Entre ellas, la distribución de los manifestantes en cuatro columnas de forma que se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal, así como el mantenimiento de una distancia mínima de al menos 1,5 metros, siendo obligatorio el uso de mascarilla durante todo el recorrido, en los términos establecidos por la normativa vigente. No esté permitido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública.
Además, los organizadores han habilitado un sistema de inscripción de las organizaciones participantes para establecer una vía directa de comunicación, de tal forma que todas ellas puedan respetar las normas establecidas. Al concluir la manifestación, a las 23 horas, los asistentes deberán abandonar el recorrido, no pudiendo ocupar durante más tiempo la vía pública.
Los convocantes explicaron en la rueda de prensa de presentación del evento que habían registrado ante las autoridades un plan preventivo de movilidad y seguridad, corte de calles, control de los aforos, establecimientos de entrada y salida y demás para evitar aglomeraciones. "Estamos comprometidos con el Orgullo seguro y el plan está registrado para que se cumpla", indicaron.
Para controlar que la marcha se produzcan en estos términos, la Policía Nacional, apoyada por la Municipal, desplegará un importante dispositivo. Aunque no han facilitado cifras concretas de agentes para este evento, la comisaría de la Policía Nacional de Centro aportará 225 agentes, las Unidades de Orden Público 235 y de Información 25 el sábado para todas las fiestas del Orgullo, entre las que se incluye la marcha. La Policía Municipal contará con una refuerzo de 360 agentes ese día para estos fastos, según datos facilitados a Europa Press por la Delegación y el Ayuntamiento de Madrid.
Por su parte, el Samur Protección Civil montará para la manifestación dos Puestos Sanitarios Avanzados (en Colón y junto a la Bolsa); tendrá operativas 8 Unidades de Soporte Vital Básico, 2 UVIS móviles, 2 equipos Halcón (motos sanitarizadas), 2 equipos DEPA y 15 ECOS (equipos que van a pie con mochilas sanitarizadas), además de dos equipos de mando. En total, mañana sábado contarán con un equipo de unas 150 personas entre funcionarios y voluntarios.
UNA MANIFESTACIÓN MUY REIVINDICATIVA
La marcha comenzará a las 20 horas desde la Plaza de Carlos V, aunque la cabecera, que portará una pancarta con el lema 'Los derechos humanos no se negocian, se legislan: Ley Integral Trans Ya', se situará para el arranque en la Plaza de Murillo, en la entrada del Museo del Prado. Tras la pancarta se pondrán activistas, sindicalistas y miembros del Tercer Sector relacionadas con el movimiento.
Los participantes recorrerán así todo el Paseo del Prado de la capital, para terminar en la Plaza de Colón, donde leerán un manifiesto. Que el fin de la marcha sea Colón no ha sido baladí. Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) ha señalado que así "ocuparán el espacio de la ultraderecha, donde los discursos de odio hacia el colectivo hacia las mujeres y migrantes proliferen, una donde se juntan los cómplices del odio".
"Saldremos orgullosas enseñando nuestras plumas, cuerpos y libertad. Haremos una manifestación segura y responsable. Por eso pedimos a los asistentes que lleven mascarilla y distancia, pero haremos una manifestación más política y reivindicativa que nunca. Una marcha donde denunciaremos el discurso de odio de la ultraderecha, el pin parental, la amenaza para derogar las leyes LGTBI; donde hablaremos de los derechos trans, porque seguimos exigiendo la ley Trans y que esa ley crezca en el trámite parlamentario", ha detallado.
Sangil indicó además durante la presentación de la marcha que pancarta de cabecera dirá "ni un paso atrás a esos discursos de odio, condenando a la extrema derecha y aquellos gobiernos que se sustentan con el apoyo de la ultraderecha", en referencia implícita a PP y Ciudadanos.
Precisamente el partido naranja es el único que hasta ahora ha confirmado a sus representantes en la marcha. Así, asistirán la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís; el vicesecretario general del partido y portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal; y la diputada Sara Giménez, responsable de políticas sociales.
No acudirá, en este caso, la presidenta de la formación Inés Arrimadas --que cumple 40 años eses mismo día y lo celebrará con su familia-- que sí estuvo en la edición de 2019 cuando los naranjas fueron increpados por asistentes a la manifestación que les reprochaba haber pactado con Vox, tanto en el ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid.
Es sabido que tanto PSOE, como Podemos, también acudirán, aunque no han comunicado aún quiénes serán sus representantes. Por ejemplo, Pepu Hernández, portavoz socialista en el Ayuntamiento, ha confirmado que no irá a la misma porque cree que tienen que ser los activistas los protagonistas.
De hecho, desde organizaciones trans se pidió a las entidades responsables de esta marcha que no invitasen a los socialistas a participar en la cabecera de la misma tras la abstención de los socialistas a la toma en consideración de la Ley Trans en el Congreso, así como a su oposición pública a la autodeterminación de género.