El coronavirus los separó, pero la vida los ha vuelto a juntar. Es el caso de María Isabel, una madre de Murcia que dio a luz a su bebé Pablo cuando se encontraba ingresada en la UCI del hospital Virgen de la Arrixaca por Covid y tras solo 31 semanas de gestación. En ese momento ambos luchaban por su vida. La mujer contra las complicaciones de un virus que ya ha dejado más de 2.000 víctimas mortales, el recién nacido por las carencias que tenía tras nacer prematuramente.
Pero esta historia no ha podido tener un final más feliz. Este miércoles, 9 de febrero, y 27 días después de lo sucedido, María Isabel pudo abrazar a su pequeño. La madre fue ingresada por complicaciones de la Covid y los sanitarios le realizaron una cesárea de urgencia para que la vida de Pablo no peligrara. Desde entonces, ambos han sufrido durante casi un mes por partida doble: por su situación sanitaria y por los metros que les separaban.
El gran trabajo de los sanitarios y la fuerza de la madre y su pequeño han permitido que los dos se crucen miradas por primera vez, pero para siempre. Desde la Unidad Materno-Fetal y la UCI Neonatal informaron de que "tanto la mamá como el pequeño han atravesado un duro camino en sus respectivas UCIs que han superado hasta conocerse. Gracias a los compañeros de la Unidad de Cuidados Intensivos y Ginecología por haber hecho posible este necesario y emotivo encuentro".
