viernes. 22.11.2024

Faltaba poco para el mediodía cuando la Plaza Weyler en Tenerife comenzaba a llenarse de actividad, justo antes del inicio de la manifestación. Los sonidos de los bucios, instrumentos tradicionales de las Islas Canarias hechos con caracolas marinas, anunciaban la llegada de miles de personas que se agrupaban alrededor de las pancartas listas para ser levantadas.

'Canarias tiene un límite' rezaba el eslogan en mayúsculas en el cartel principal de la protesta. Otros carteles expresaban mensajes como "No queremos ver morir a nuestra isla" o "Canarias ya no es un paraíso". También se podían ver frases ingeniosas como "no hay pan pa’ tanto chorizo" o "me gustaría poner de todo en esta pancarta, pero al igual que en las islas el espacio no da pa más".

Los gritos de "Canarias no se vende, se ama y se defiende" y "islas maltratadas, desafortunadas" resonaban por las calles de Santa Cruz de Tenerife, donde según los organizadores, hasta 80,000 personas abarrotaron la ciudad. La Delegación del Gobierno, sin embargo, estima que fueron 30,000 los manifestantes en Tenerife. El colapso del tráfico y el transporte público confirmaron la magnitud de la asistencia.

Aunque Tenerife fue el epicentro del movimiento, todas las islas se unieron a la protesta. En Gran Canaria, unas 14,000 personas (según los organizadores) se congregaron cerca del Auditorio Alfredo Kraus y recorrieron el paseo de la Playa de Las Canteras. En otros lugares como La Gomera, El Hierro o Lanzarote también se unieron a esta jornada que ya se considera "histórica".

Los seis activistas que llevan diez días en huelga de hambre también estuvieron presentes en la lectura del manifiesto, ratificando su determinación de continuar con la protesta hasta que se detengan las obras del Hotel de La Tejita en Granadilla y Cuna del Alma en Adeje, ambas en Tenerife.

Los grupos ecologistas reunidos bajo la plataforma 'Canarias se agota' están demandando un cambio en el modelo turístico que incluya una ecotasa, la conservación de los espacios naturales, una moratoria turística y del alquiler vacacional, así como la regulación de la compra de viviendas por extranjeros.

El turismo representa aproximadamente el 35% del PIB de las Islas Canarias, pero según el INE, el 33.8% de la población se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social. La plataforma ha presionado a los partidos políticos para que aborden estas preocupaciones, lo que ha llevado al PSOE a exigir la aplicación de una tasa turística en Canarias, a pesar de haberla pospuesto en el pasado.

Aunque hay diferencias en las opiniones sobre cómo abordar estos problemas, tanto el gobierno canario como las organizaciones promotoras de la protesta coinciden en la necesidad de minimizar el impacto del turismo en el territorio. La manifestación, bajo el lema 'Canarias tiene un límite', comenzó a las 12:00 horas en todas las islas, excepto en La Palma, que comenzó a las 17:00 horas.

Más de 57 mil canarios llenan las calles contra el modelo turístico de la isla