La moción impulsada por VOX permitirá a otros grupos presentar alternativas
La Mesa del Congreso verá el texto el 28 de febrero o el 7 de marzo y el Pleno no se calcula antes de mediados de marzo
La moción de censura impulsada por Vox y con el economista Ramón Tamames como candidato permitirá dar dos días de plazo a otros grupos parlamentarios para que presenten otras mociones alternativas con otros candidatos, y en todo caso la fecha del debate la decidirá la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet.
Conforme al Reglamento, el primer trámite de la moción de censura es la calificación del escrito por la Mesa del Congreso, que debe comprobar si cumple los requisitos formales que se exigen: la firma de al menos una décima parte del Congreso (35 diputados) y el nombre de un candidato a la Presidencia.
Pero como Vox ha decidido presentar la moción de censura el lunes, no está garantizado que dé tiempo a que la Mesa califique el escrito en su reunión de día siguiente, ya que lo habitual es cerrar la agenda del órgano de gobierno de la Cámara con lo que se haya registrado hasta el sábado anterior. Es lo que le ocurrió al PSOE con su reforma de la ley del 'sólo sí es sí', que la registró un lunes y no dio tiempo a que fuera calificada al día siguiente por la Mesa.
Ahora bien, dada la excepcionalidad del mecanismo de la moción de censura, la Mesa podría acceder a dar su visto bueno el mismo martes. Una vez calificado el escrito, sea el 28 de febrero o a la semana siguiente, 7 de marzo, se remitirá al presidente del Gobierno y a los portavoces de los distintos grupos parlamentarios para que se den por enterados y lo estudien.
Además, se abrirá un plazo de dos días para dar la oportunidad de presentar mociones con candidatos alternativos, para las que se exigen los mismos requisitos y que, en su caso, se debatirán conjuntamente.
COMO MÍNIMO, CINCO DÍAS
Para dar tiempo a este proceso, la votación de la moción o mociones de censura no podrá tener lugar antes de cinco días desde la presentación del primer escrito, pero la fecha dependerá de la Presidencia del Congreso, que actualmente ocupa la socialista Meritxell Batet. Es previsible que la Cámara tenga en cuenta la agenda del Gobierno y que sondee a los principales grupos.
Así las cosas, en la Cámara no se prevé que el debate se fije antes de mediados de marzo. Según aseguran desde Presidencia del Congreso, se obrará en función de los precedentes, que a lo largo de estos años ya son variados.
La última moción de censura de Vox tardó 21 días en debatirse desde su presentación. Pero la que presentó Pedro Sánchez en mayo de 2018 sólo tardó una semana escasa en llegar al Pleno, y es que en aquella ocasión, el PP optó por precipitar la fecha convencido de que, tras aprobar los Presupuestos del Gobierno, la censura del PSOE estaba destinada al fracaso. El pronóstico falló, como es sabido.
PRECEDENTES DIVERSOS
Más tiempo se tomó el PP de Mariano Rajoy y Ana Pastor con la moción de censura de Pablo Iglesias, que se registró un 19 de mayo y se debatió el 13 de junio, casi un mes después. La iniciativa de Podemos no tenia opciones de prosperar, pues no la apoyaba ni el PSOE, y el PP no tuvo prisa en debatirla.
La mecánica del debate prevé que el candidato sea presentado ante el Pleno por uno de los diputados firmantes, una designación que habrá de resolver Vox. En 2020 Santiago Abascal fue presentado por su entonces candidato a las elecciones en Cataluña, Ignacio Garriga, el mismo papel que desempeñó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en 2018 con Sánchez, y la 'número dos' de Podemos, Irene Montero, con Pablo Iglesias en 2017.
Conforme a los usos parlamentarios el candidato va debatiendo con el Gobierno, que elige quien le da la réplica, y con los distintos grupos parlamentarios. En todo caso, el candidato impone el ritmo y en este caso Ramón Tamames, de 89 años, decidirá cómo responderá a los demás grupos. Salvo que los turnos de palabra se reduzcan al mínimo, al día siguiente llegará la votación, que es pública y por llamamiento, con cada diputado manifestando a viva voz el sentido de su voto.
Para prosperar, la moción de censura exige recabar la mayoría absoluta del Congreso (176 votos), un objetivo que se antoja inalcanzable dadas las posiciones expresadas por los grupos en las últimas semanas.