Recibían las sustancias desde distintos países de la Unión Europea, sustancias con efectos parecidos a los de la metanfetamina. Fraccionaban en pequeñas cantidades a terceros, empaquetaban y distribuían la mercancía de esta manera. Aunque, la mayoría de sus clientes acudían al domicilio del sacerdote, donde la policía ha incautado hasta 3.370 euros, junto con 2.100 gramos de mefedrona.
Los vecinos sospechaba que se estaba llevando a cabo actividades fraudulentas debido al trasiego de personas que entraban y salían de su casa. Incluso el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Guardia Civil de Badajoz detectó movimientos extraños por parte de los ciudadanos. Con ayuda de la Unidad de Seguridad Ciudadana consiguieron registrar el domicilio y desmantelar el negocio.