La pareja quiere que su perro, un mestizo de 10 kilos, tenga un papel protagonista en su día especial. Ambos quieren que sea él el que lleve los anillos hasta el altar.
Al recibir varios rechazos a esta propuesta, el futuro matrimonio denunció la situación a Ararteko y la Síndica e iniciaron una campaña de recogida de firmas con la que ya han logrado conseguir 30.000 en tan solo cuatro días.
Por otro lado, desde el Ayuntamiento afirman estar estudiando el caso y dicen “creemos que podemos solucionarlo con una autorización puntual acompañada del cumpliendo de una serie de condiciones”.
Esta alianza es tan importante para ellos que incluso, han grabado la huella de su perro en los anillos, para que Mak, la mascota, esté siempre presentes en ellos dos. La familia ha confirmado que seguirán luchando hasta el mismo día de la boda para que su compañero, no se quede fuera del mejor día de sus vidas.
